martes, 7 de diciembre de 2021

El niño que quería saber el origen de la jirafa

Luis Alberto era un niño muy curioso y le gustaba conocer el por qué de las cosas. Tenía cuatro años de edad y cursaba el kindergarden. Un día, mientras estudiaban la lección de los animales salvajes y domésticos, le llamó la atención la jirafa por el tamaño tan grande de su cuello, por lo que preguntó a la profesora: -¿cómo surgió la jirafa? -Dios la creó, así como creó a los demás animales- contestó la maestra. Sin embargo, Luis no se sintió satisfecho con esa respuesta, pero agradeció a la maestra su respuesta.

Cuando llegó a su casa refirió su inquietud a sus padres, pero ellos le dijeron: - lo que sucedió fue que la necesidad de supervivencia hizo que los animales se fueran transformando de unos más pequeños en otros más grandes- dijeron sus padres a Luis Alberto, pero las respuestas de sus padres y la de su maestra le parecieron diferentes y muy difíciles de entender; por lo que se dijo a sí mismo -debe haber una respuesta más sencilla para mi inquietud, lo averiguaré-.

Se dirigió a la biblioteca de su casa, tomó una enciclopedia que hablaba del origen de las especies animales y comenzó a leerla, aunque todavía no había sido alfabetizado. Mientras leía se quedó asombrado, ya que él no se imaginaba que sabía leer tan bien. Leyó que en una ocasión cuando comenzaron a aparecer todos los animales, había uno al que se le hacía muy difícil alimentarse porque las plantas de las que se alimentaba le quedaban muy altas y no podia alcanzarlas, pero como este animal necesitaba comer para sobrevivir, hacía grandes esfuerzos empinando sus patas y su cabeza para alcanzar su alimento, esto lo hacía muchas veces y durante mucho tiempo. Sucedió entonces, que por la jirafa hacer tantos esfuerzos, sus músculos comenzaron a fortalecerse y a crecer, y a crecer. Luego Dios vio el esfuerzo que hacía la jirafa y se puso muy contento con ella y extendió su gran mano, agarró el cuello de la jirafa y se lo haló con fuerza, y como todo lo que Dios hace es grande, por eso le hizo el cuello tan grande.

Luis Alberto se puso muy contento porque había hecho un gran descubrimiento fabuloso. Aprendió cómo surgió la jirafa, y además se dio cuenta que era capaz de leer una enciclopedia con apenas cuatro años de edad.

Juana Díaz

NOTA: ESTE CUENTO FUE ENCONTRADO EN INTERNET.

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