miércoles, 21 de diciembre de 2022

Diciembre: besos de mujer, por Chiqui Vicioso

Para Leibi NG


La infancia es tiempo suspendido.

La vida que lentamente se desflora. Mariposa que avanza desde la larva hacia la libertad del vuelo.

Todo tiene un nombre que pronunciar. Una palabra a la espera, un pie que tropieza con algo duro que recogemos, examinamos, sopesamos, acariciamos y se llama piedra.

Semilla de maíz que pronto crece, vara de caña que en los bateyes se convierte en suavidad que se extiende en un mar de pana.


La infancia es tiempo de maravilla interrumpida...

...por los que también fueron niños y niñas y dejaron de serlo cuando el cuerpo se volvió su cárcel, un territorio domesticado por los  adultos y sus reglas de Moral y Cívica.  «Esto se dice así, y esto se hace asa.  O esto no se dice así, y esto no se hace asa».


La infancia es tiempo de espera...

...de algo que ingenuamente creemos que será mejor, aunque ese mejor sea precisamente la pérdida de la infancia.

En nuestro caso, la infancia estaba regida por un orden, un imperio donde regía Su Majestad Mi Abuela.  Ese orden comenzaba con el café de la mañana: el negro para los adultos, el siguiente para los jóvenes y el muy claro para los niños.

Un horario de comidas y de sueño: La sopa de las once para los niños; la comida de verdad para la una, durante la cual comías aunque no tuvieras hambre, y luego la noche: las ocho para los niños, las nueve para los jóvenes y en adelante para los adultos.


La infancia era una geografía inviolable...

...dentro y fuera de la casa. Nunca, nunca, se cruzaba la sala si había visita; nunca se salía por otro espacio que no fuera el callejón cuando los mayores conversaban o se comía gallina, en aquel espacio que hoy nos parece tan estrecho, de la sala.

Para esos tiempos, para esos mundos incomprensibles, para ese legado de los muertos, construí mi mundo particular en el único espacio respetado por la escoba: Debajo de la cama. Alli organicé mi mundo de muñecas, con los mueblecitos de madera que construía Luis Marmita, con sus mecedoras, comedor y cocina, y camas con sus sabanitas y cubrecamas.

En ese tiempo en la escuela nos enseñaban «punto de cruz» y aún conservo con ternura el primer muestrario que hice para mi madre. Ya nos habían enseñado también las primeras puntadas para los tejidos y podíamos diseñar el borde de las frazadas.

Ese mundo era diferente del que me había construido en la capital. En el balcón frente al Parque Colón bajo cuyas matas me construí no ya mi casa sino toda una ciudad, con ciudadanos sometidos también, esta vez, ¡Oh ironías! no a las reglas de mi abuela sino a las mías.

Lo único que interrumpía la rutina de mi ciudad era el dialogo mudo de mi abuelo y su esposa, sentados en el balcón, desde donde observaban la vida de la plaza, mientras yo me comía las uñas.


La infancia es tiempo detenido de esperas infinitas por la Navidad

Un conteo cotidiano de los días y de cuanto faltaba para Diciembre. Para que el Niño Jesus volviera a poner los regalos en Santiago y en la capital los Reyes Magos, ¡Ah! ¡Y no olvidarse de la Vieja Belen!


La infancia es un dulce chantaje: 

«Si te portas bien y sacas buenas notas el Niño Jesús te va a traer los juguetes que quieres; los Reyes Magos vendrán con sus camellos y entrarán a la casa». «¿Pero no son muy grandes?». «Los dejan en la acera, pero hay que tenerles su hierba y sus cigarros».

Santa Clo, ese viejito gordo que se ríe con su JO JO JO, no existía, ni los arbolitos de ahora donde en vez de bolas y luces llenas de agua que hacían burbujas, hay hojas doradas y adornos de toda indole que nada tienen que ver con  la tradición judeo-cristiana.

Había dos árboles de Navidad: Los charamicos pintados de blanco, y los de pino, de verdad, que eran mis favoritos. Empero, en todas las casas no era el árbol sino el nacimiento lo que realmente importaba, porque a fin de cuentas no se trata de adornar la sala sino de celebrar el nacimiento del Niño Jesús, y eso sí que era una fiesta, la competencia del año.

Los nacimientos ocupaban por lo menos un cuarto del espacio de la sala y eran comunidades con montañas, colinas, áreas de pastoreo, ríos y lagos, pueblecitos con sus calles e iglesias, parques...

Las casitas las construíamos con cartulina que luego se cubría con escarcha. Las ventanas con papel celofán de todos los colores y palitos de fósforo.  Las iglesitas por igual y había que asegurarse de que tuvieran su campanario con campanitas hechas de tapitas de metal y  bolitas de viejos collares.

Los ríos y lagos se construían con espejos. Los ríos con pedazos de espejo rotos y los lagos con unos espejitos redondos, de todos los tamaños que vendían entonces.

Había paticos de plástico y hasta cisnes, que tranquilos navegaban en esas aguas de azogue. Luego había que colocar a los pastores con su recua y a las vendedoras con sus pacas de madera, o canasto de frutas, en la cabeza. Las frutas se podían fabricar con papier mache, que hacíamos con papel periódico mojado mezclado con cola, y luego coloreábamos con pintura acrílica.

Los ángeles también se hacían de cartulina, pero forrados de pelo de ángel y escarcha, sus largas cabelleras y colas flotaban desde el techo, cuidando el pequeño Belén que construíamos.

Casi todo el mes de Diciembre se nos iba en esa maravillosa tarea, donde éramos arquitectos de nuestro propio Genesis particular, y yo hubiera dejado puesto mi pequeño Belén todo el año si la sala no hubiera estado reservada para funciones mas aburridas.

Creo que con el nacimiento, la actividad mas importante de la Navidad era la cena del 24, donde reinaban en las cocinas las mujeres, con sus recetas de ensaladas, moros, pasteles en hojas y el pernil. El pavo nunca nos gustó, con sus pechugas que parecían de cartón, cubiertas de mermelada.

¡Nada de mezclas! Los dulces eran para el postre, con sus mazapanes, turrones, galleticas y gomitas de colores, que eran las favoritas de mami porque eran como de gelatina cubierta con azúcar.

Y no faltaban las bebidas: el ron, la cerveza, el vino y el ponche, que era mi favorito, aunque no el de mi hermanito como les contaré ahora:


Una noche de Navidad faltaba en la mesa mi hermanito, y no podíamos iniciar la cena sin él Todos nos preocupamos de que pudiera haberle sucedido algo.

Me encargaron irlo a buscar y eso hice, recorriendo todo el barrio, preguntando en las casas, y llamándolo de viva voz: ¡Daul, Daul!, y ¡nada!.

Regresé a la casa abatida y angustiada, hasta que al llegar escuché en el callejón los sollozos de mi hermano. Entré como una tromba: ¿Qué te pasa? ¿Qué te han hecho?

Entonces observé que se aferraba a una botella de Anís Confite, que había comprado ahorrando las mesadas que le daban para el recreo de la escuela.

Levantó sus bellísimos ojos, llenos de lágrimas, y entre bucles y mocos me dijo:

«Es que no sabe, es que no sabe… a besos de mujer».


Chiqui Vicioso

Santo Domingo, 2022



viernes, 2 de diciembre de 2022

¡Albricias! Ha nacido AGUINALDO DE CUENTOS, una antología con diez cuentos sobre la NAVIDAD

 


Se pondrá a circular el martes 13 de diciembre a las 6 de la tarde en la Sala Aída Cartagena de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, avenida César Nicolás Penson, Santo Domingo.
Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte.

Draniguana y La niña Luna, dos cuentos en uno que Yuan y Santillana nos regalan


«Las narraciones que aparecen en este libro despliegan gran imaginación y fantasía. La dragona protagonista de la primera historia tiene claro que no lanzará fuego para vivir y se decide por algo más interesante. ¿Será más importante su nueva ocupación que ser una simple dragona?

Luna, la protagonista del segundo relato, es una niña alegre y brillante que presenta de manera clara su identidad, los aspectos físicos y psicológicos. Nos cuenta con un lenguaje sencillo sus aventuras con las estrellas, el sol y su juguete».


Esta es la reseña, pero puedo asegurarles que es un ESTUPENDO REGALO DE NAVIDAD O REYES para los menores de 9 años, para los que aspiran a escritores y para los padres responsables que saben que deben contarles cuentos a sus hijos desde la panza.

¡FELIZ NAVIDAD!

viernes, 23 de septiembre de 2022

FREDDY BRETON


Poesía


Cancioncita para un niño obsoleto


1.

Oorì

oorà

estrella que viene

estrella que va.

Mira la estrellita

ya viene bajando

prepara los paños

mamita

que viene temblando.

Oorì

oorà

la nueva estrellita

en la cuna está.


7.

Papito, la lluvia

no para, no para;

tiene unos deditos

que hincan la cara.

Papito, los ríos

no paran de correr;

será porque el sol

se los quiere beber.


11.

¿Verdad que los muertos

no tienen los ojos

así como los tuyos?

Los he visto de noche

con un ojito azul

igual que los cocuyos.


12.


Mamita, la luna

bajó del almendro

y en el grupo nuestro

se ha puesto a jugar.

La luna que corre

la luna que va

que salta la luna

¿no se escapará?


13.

¿Es verdad papito

que todos los peces

son de oro y de plata

que tragan solecitos

y encienden el agua?


22.

Papá, voy a comprar

un carro, una casa,

una finca con río…

¡Acabo de encontrarme

el patio repletito

de blancas moneditas de rocío!


Poesías Completas, Freddy Bretón, 383 pp, Amigo del Hogar, Santo Domingo, 2021.


Freddy Bretón, es un sacerdote. Es Arzobispo Metropolitano de la ciudad de Santiago, Gran Canciller y Presidente de la Junta de Directores de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.

     Además de escribir poesía, ha escrito ensayos, novelas, memorias.

     Hoy nos detenemos en unas páginas de su «Poesías Completas», d donde la sencillez, la inocencia, una frescura infantil, ciertamente nos halagan, nos complacen, nos distienden.

     Feliz lectura.

     Feliz, feliz fin de semana,

 

     Ra.

 

 

Una nota:

Con este envìo llegamos a la entrega número 600 de “Poemas en internet”. Hace unos 12 años, con el auge que había tomado la red, se tenía el temor que solo sirviera para cosas triviales. En esa coyuntura me dispuse a contribuir inyectando un poco de poesía. Fui sorprendido por la acogida de no tantos pero si muy buenos amantes de este arte, algunos ya idos a otra dimensión. Mientras pueda, desde estas entregas, corresponderè a la fidelidad de los ya hoy amigos y amigas que nos siguen.

sábado, 27 de agosto de 2022

MARGARITA LUCIANO (ENTREVISTA) 

Lo que dejaron los Reyes Magos en la zapatilla de Helena, por Américo Lugo

  Callados, muy quedos, besando apenas el suelo con su breve pie y extendidas las manos en la obscuridad, iban los Reyes Magos en busca de un virtuoso niño a premiarle con dulces y juguetes, cuando el delantero tropezó con el lecho en que reposaba Helena, dormida.

Olorosa como una flor, blanca como un cisne y dulce como un rondel, su cuello y su cabeza surgían del lino como gala de primavera en campo invernal. Ondeante el cabello, gentil hermano del oro de las minas profundas, sonriente la boca, cáliz codiciado por las más puras gotas de rocío, más que mujer parecía una celeste aparición.

Galantes, como cumple a reyes, los Magos detuvieron el paso a besar la mano de la hermosa, hermosa mano, de nieve y rosas formada, que colgaba lánguidamente como fruto encantador que se inclina y aparta del árbol que lo sustenta.

—¡Lástima grande que no cuente los años de la aurora! —exclamó Gaspar—. Nuestro fuero no se extiende a la mañana de la vida, por digna que ella sea de los homenajes del cielo.

—Su edad, sin embargo, —insinuó Melchor— no parece apartarse mucho del oriente. El candor del semblante y su inocente sueño lo revelan. Sentemos una excepción como gracia a su gracia, como dulzura a su dulzura. Démosle flores de fragancia suave, tan suave como su aliento, y miel tan dulce como la que su pecho acendra.

—¿Queréis —preguntó el último de los Reyes Magos— regar de estrellas el cielo, vestir de espuma el mar? La cándida no necesita de candores, ni la hermosa de hermosura: toda la esplendidez del firmamento no aumentaría un punto la riqueza de su ser. Sea el voto nuestra ofrenda: consagrémosla a la felicidad y a la dicha.

Convinieron los demás en su parecer y, de rodillas, un momento oraron. Y la oración cayó sobre una de las zapatillas que Helena dejara, inadvertidamente, al pie del lecho y que semeja un pequeño lirio caído al suelo.


En el libro «Veinte Cuentos de Autores Dominicanos». Compilación, introducción y notas: MAX HENRÍQUEZ UREÑA

Publicación del Sesquicentenario de la Independencia Nacional. Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos. 1995


viernes, 19 de agosto de 2022

Saludamos la creación de la Editorial Anticanon Infantil

 


Biblioteca Tomada, una guía metodológica se distribuye de
manera gratuita a profesores, bibliotecarios y padres.
La experiencia de dos experimentadas maestras se pone
al servicio de la comunidad. ¡APLAUSOS!


Aquí la portada del libro de Arlene Sabaris,
talentosa escritora que se presenta
al público con la formación y el aval
consolidados. Uno de sus padrinos es el famoso
Manuel Peña Muñoz, chileno, especialista en literatura
infantil, que ha impartido el curso ALAS PARA LA INFANCIA en
el Centro León, a, que asistió Sabaris.

PEDIDOS:
https://anticanon.com/portfolio/editorial-anticanon/


editorialanticanon@gmail.com



viernes, 22 de julio de 2022

Pollo Cojo de Niurca Herrera y Daniel Polanco

 


Niurca Herrera es la encargada de la Oficina de Equidad de Género del Ministerio de Deportes y Recreación así como directora administrativa de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB).

El aura de simpatía la envuelve. Es rápida dando soluciones a problemas grupales y su amplia sonrisa difícilmente la abandona. Estudió leyes en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).  Obtuvo un grado asociado en Ciencias y Artes así como una licenciatura en Administración de Negocios Internacionales del Mercy College de Nueva York.

Deportista, por muchos años fue miembro del Seleccionado Nacional de Baloncesto Femenino. Ella es Inmortal del Deporte por la Provincia Peravia (nació en Baní). Pertenece al Salón de la Fama.

Niurca Herrera es miembro del colectivo “Mujeres de roca y tinta” y del “Taller Literario Narradores de Santo Domingo”; así como del “Centro de pensamiento crítico Pedro Henríquez Ureña”. 

También es escritora y pintora. Produjo y dirigió el documental «Sueño Familiar».

Niurca Herrera descubrió el ser interior que le permite crear y hacer todo lo que se proponga.

Por eso ha entrado en la literatura infantil con muy buen pie. Prueba de ello es este POLLO COJO que ayuda a establecer que más vale maña que fuerza.

Niurca Herrera

Pollo Cojo tiene el destino señalado cuando nace. Su pata izquierda no llega al suelo como la derecha. No tiene más remedio que cojear por fuerza y ya se sabe que es en esta época, muy lentamente, que la Humanidad está aprendiendo a comprender las diferencias. Además de cargar con su desgracia física, el sufrimiento mental del acoso lo destroza pues se burlan de él quienes han nacido con sus dos patas iguales.

La Mamá Gallina pone de su parte y no conforme con decirle que puede aspirar a todo lo que desee, solo que tendrá que esforzarse más que los demás (igualito que las mujeres en su lucha por la igualdad), le busca una muleta con la que el pequeño pollo se apañará en su vida cotidiana.

Entonces se plantea otro problema. Uno mayor que afecta al colectivo completo. Una amenaza que hará brotar el heroísmo precisamente en quien menos podría si fuera un resignado.

Como si de ir al servicio militar para defender a la patria se tratara; Pollo Cojo no se amilana: es uno de los primeros en «alistarse», pero no lo aceptan por su diferencia. De nuevo, cae sobre él toda la tristeza porque no se resigna, no se acepta incapaz y lucha contra ello con todas sus fuerzas.

Ahí de nuevo interviene Mamá Gallina y lo aconseja.

Niurca ha escrito una historia de autosuperación inspirada en un caso real. No contaré cómo termina, pero está dentro del canon de que a los niños no se les puede brindar un mundo sin sentido y sin esperanzas. Pollo Cojo triunfa por encima de su discapacidad.

Lo que más me gusta de Niurca y Pollo Cojo es que manda "lo políticamente correcto" adonde mejor lo acojan. La nueva mentalidad de no llamar cojo al cojo, cambiando por eufemismos una realidad que se combate desde la actitud mental y conducta, no con palabras solamente. Me gusta eso porque la fiebre no está en la sábana. Ninguna guerrita cuenta con mi apoyo.

Los problemas de la humanidad se diluyen y distorsionan en guerras chiquitas de hombre contra mujer, de ricos contra pobres, entre religiones, entre partidos, entre denominaciones... La verdadera lucha es conquistarse UNO MISMO, POR DENTRO Y POR FUERA y luego aportar desde nuestras capacidades a solucionar LA POBREZA, LA IGNORANCIA, LA DESHONESTIDAD, LA INDIFERENCIA, LA FALTA DE AMOR.

¡Bienvenido Pollo Cojo al mundo de la literatura infantil dominicana!

Leibi Ng



jueves, 21 de julio de 2022

La iguanita Luisa: vamos a buscarla de Elizabeth Balaguer con ilustraciones de Tulio Matos

 Acabo de leer «La iguanita Luisa: Vamos a buscarla» de Elizabeth Balaguer y Tulio Matos. La recomiendo con alegría.

Reseña

En el bosque seco, al caer la tarde, momento en que las iguanas van a sus cuevas para evitar ser devoradas por un depredador, la iguana Luisa no aparece. Todos los animalitos de distintas especies inician una búsqueda de día y de noche. Mucho es el empeño que pone cada uno, angustiados por la desaparición de la iguana.




Es una entretenida fábula en la que se nos regalan varios puntos clásicos en el arte de escribir para la infancia. La autora, Elizabeth Balaguer exhibe su veteranía planteando desde el principio el nudo del cuento: Cuatro iguanitas juegan felices toda la tarde, pero cuando va a anochecer, se percatan de la ausencia de Luisa. Una vez iniciada la búsqueda sin resultados, se amplía el círculo incluyendo a voluntarios de buena fe que se incorporan a la búsqueda. Entonces es evidente que todos se necesitan. Se viven los esfuerzos individuales y la frustración con desaliento colectivo.

En angustiantes momentos se emplean técnicas narrativas repetitivas que tanto entusiasman a los pequeños: «Barrancolí se ofreció en ser la primera en salir a buscar a la iguanita Luisa. Y salió volando: voló, voló, voló y nada encontró».

El libro es para 6 años en adelante, pero seguro que hay muchos precoces por ahí. 

En la historia de Balaguer, la Cigüa cumple un papel estelar. La lechuza también. Se plantean los valores de unión familiar, cooperación, solidaridad, empatía, esfuerzo e integración... ¡hasta control de ansiedad!

Una historia que fluye sin complicaciones. Las ilustraciones de Matos son magníficas.

Elizabeth Balaguer


Es escritora infantil e ilustradora residente en Nueva York. Ella nos cuenta: «Nací y me eduqué en Santo Domingo, República Dominicana. Desde pequeña me ha gustado caminar entre los estantes de las bibliotecas y verme rodeada de libros, son ellos mi gran pasión».
En Alfaguara Infantil publicó ¡Yo no estoy perdido! Y en Loqueleo: Mi oruga no quiere comer, La gallina de la abuela Catalina, Iris la traviesa y su perro Tres Colores, El pañito mágico y Las letras andarinas.

La iguanita Luisa: vamos a buscarla

Elizabeth Balaguer
Ilustraciones de Tulio Matos
En el bosque seco, al caer la tarde, momento en que las iguanas van a sus cuevas para evitar ser devoradas por un depredador, la iguana Luisa no aparece. Todos los animalitos de distintas especies inician una búsqueda de día y de noche. Mucho es el empeño que pone cada uno, angustiados por la desaparición de la iguana.

La autora narra esta historia destacando el valor de la amistad y la solidaridad.




Entregan Premio Biblioteca Nacional de Literatura Infantil 2022 a Margar...

jueves, 7 de julio de 2022

¿Quiénes han ganado el Premio Anual de Literatura Infantil y Juvenil Aurora Tavárez Belliard? Actualización

El premio es otorgado por el Ministerio de Cultura cada año y tiene carácter nacional sin excluir a los autores que residen fuera del país. Actualmente, el premio está dotado de DPO300,000.00 y se intercambia un año con obras publicadas y otro con inéditas. Este es el listado de los galardonados hasta la fecha:

1998/1999
Lorelay Carrón
Cuento: "Un pedacito verde en el corazón"
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard: 
Jurado: Maritza Florentino, 

1999/2000
Cuento: "¿Quién se robó el verde?"
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard: 
Jurado:

2000/2001
José Enrique García
Cuentos: "Un pueblo llamado Pan y otros cuentos infantiles"
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard: 
Jurado

2001/2002
Tomás Castro Burdiez.
Cuento: Balle Nita y Pez Cador
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard
Jurado: 

2002/2003
Luis Martín Gómez
Cuento: "Mamá, a aquella caracola le está naciendo un mar"
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard
Jurado: Lucía Amelia Cabral, Rafael Peralta Romero

2003/2004:
Cuento en Décimas: "El Sapito Azul"
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard:
Jurado:  

2004/2005
Jenny Montero
Cuentos:“Éranse unas criaturas del monte”,
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard: 
Jurado: Lorelay Carrón, Luis Martín Gómez y Margarita Luciano

2005/2006:
Julio Adames
Poesías: "Cuerpo en una burbuja"
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard: 
Jurado: Margarita Luciano, Francisco Hinojosa y Brunilda Contreras

2006/2007
Marcio Veloz Maggiolo
Novela: "La verdadera historia de Aladino
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard.
Jurado: Enrique Pérez Díaz (Cuba), Lucía Amelia Cabral y Tomás Castro Burdiez

2007/2008:
Cuento: "Rebeca al bate y dos cuentos màs"
Premio Nacional de Literatura Infantil:
Aurora Tavárez Belliard.
Jurado: Luis Martín Gómez, Jenny Montero y Mayra Navarro

2008/2009:
Ana Brígida Gómez
Novela: "La sirenita de coral"
Premio Nacional de Literatura Infantil:
Aurora Tavárez Belliard.
Jurado: Ana María Fuster Lavín (Puerto Rico), Aidita Selman y Leibi Ng

2009/2010:
Tony Morales
Cuento: “Las aventuras del niño inventor y la bruja Marleny”
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard.
Jurado:

2010/2011
Brunilda Contreras 
Novela "Esperanza"
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard.
Jurado: Lucía Amelia Cabral, Miguel Collado, Gustavo Sainz (México)

2011/2012
Cuentos "A la orilla de la mar"
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard.
Jurado: Lucía Amelia Cabral, Emelda Ramos, Ana María Fuster (Puerto Rico)

2012/2013
Virginia Read Escobal
Novela "El Pacto de Guani"
Premio Nacional de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard.
Jurado: 

2013/2014
Farah Hallal
Cuento: "Sábado de ranas"
Premio Aurora Tavárez Belliard de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard
Jurado: Brunilda Contreras, Jenny Montero, Julio Cuevas

2014/2015
Gisela Nolasco Peña
Teatro: "La cigua palmera y la madán Sagá"
Premio Aurora Tavárez Belliard de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard
Jurado: Avelino Stanley, Dulce Elvira de los Santos, Leibi Ng

2015/2016
José Fernández Pequeño
Novela: "Bredo, el Pez"
Premio Aurora Tavárez Belliard de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard
Jurado: Bismar Galán, Eleanor Grimaldi y Rosa Francia Esquea

2016/2017
Declarado desierto
Premio Aurora Tavárez Belliard de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard
Jurado: Margarita Luciano, Brunilda Contreras, Leibi Ng

2017/2018
Luis R. Santos Lora
Novela: "El síndrome de i-Phone"
Premio Aurora Tavárez Belliard de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard
Jurado: Lucía Amelia Cabral,

2018/2019
Farah Hallal
Cuento: "Los puentes del corazón"
Premio Aurora Tavárez Belliard de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard
Jurado: Lucía Amelia Cabral, Dulce Elvira de los Santos, Elizabeth Ovalle

2019/2020
Geraldine de Santis
Biografías: "Dominicanas fuera de serie. +150 mujeres que transformaron la República Dominicana"
Jurado: Leibi Ng, Elizabeth Balaguer y Yuan Fuei Liao.

2020/2021
Bismar Galán
Novela: "Isleña"
Premio Aurora Tavárez Belliard de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard
Jurado: Eleanor Grimaldi, Leibi Ng, Mónica Volontieri

2021/2022
Yuan Fuei Liao
Cuentos: "Cuentos con estornudo y arcoíris"
Premio Aurora Tavárez Belliard de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard
Jurado: Eleanor Grimaldi, Leibi Ng, Verouschka Freixas


miércoles, 6 de julio de 2022

Yuan Fuei Liao gana el Premio Anual de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard 2022

 

Las escritoras especialistas en literatura infantil: Eleanor Grimaldi, Verouschka
Freixas y Leibi Ng, miembros del jurado que premió a Yuan Fuei Liao con el
Premio Anual de Literatura Infantil Aurora Tavárez Belliard, por su obra
"Cuentos con Estornudos y Arcoíris", del sello Loqueleo, Santillana,
posan con el DIVERSIONERO una vez anunciado el veredicto.


El veredicto reza así:

«La obra es original, creativa.
El tema es novedoso y muestra lo infinita que es la inspiración.
El autor hace un adecuado manejo de la expresión escrita y las secuencias narrativas están bien orientadas.
El argumento de los temas fomenta el gusto por la lectura y el placer de leer.
Los textos son atractivos y desarrollan la competencia comunicativa, y son una buena herramienta para el desarrollo del pensamiento.
Se muestra a través de la narrativa, un respeto hacia los lectores, con temas tales como: el arcoíris, la lluvia, los peces, los dragones chinos, el árbol de navidad y otros que resultan atractivos a los intereses afectivos del lector.
El lenguaje familiar utilizado, le suma claridad expositiva, lo cual hace que la obra sea adecuada para niños y jóvenes».

Hoy, miércoles 6 de julio a las 10:30 de la mañana se llevó a cabo la apertura de sobres con los ganadores. La misma se realizó en la Sala Ramón Oviedo del Ministerio de Cultura donde se expone la magnífica muestra Clara Ledesma. Colección Fernando Báez, de extraordinaria belleza. El ambiente fue formal y muy agradable pero mostrando a los artistas y funcionarios en natural conducta de fraternidad.
Leibi Ng

sábado, 25 de junio de 2022

Cuenta cuántas, poema de Luis Carvajal Núñez

 CUENTA CUÁNTAS

 


¿Cuántas patas tiene

el señor ciempiés?

¿Cuántas doña araña?

¿Cuántas tiene el pez?

¿Cuántas la babosa?

Cuenta, niña, ven

y en la mariposa

cuéntalas también.

 

¿Cuántas don erizo?

¿Y don camarón?

¿Y doña culebra?

¿Y don ruiseñor?

 

¿Cuántas piernas tiene

tu amigo Ramón

que ha perdido una

y le hicieron dos?

 

Él camina y vuela

y sonríe al sol

más que con sus piernas

de buen corredor

con las alas limpias

de su corazón.

 

Luis Carvajal Núñez.

14 de Agosto 1987

lunes, 20 de junio de 2022

El día en que Guillermo cambió su forma de ser, cuento de Rafael Peralta Romero


La gente quedó maravillada. En el vecindario fue la sorpresa mayor. En la escuela ni se diga. Llegó a hablarse de milagro o de que la Virgen escuchó el pedido de la madre. La abuela tomó el asunto como mal augurio, porque podría significar que el muchacho se iba a morir muy pronto. Todo el que lo conocía tuvo que ver con el caso, el día en que Guillermo cambió su forma de ser.

Ah, Guillermo... Las cosas que se le ocurrían a Guillermo. Nadie disfrutaba como él provocarle una maldad a un hermano, un amigo o un compañero de estudios. Si era en el juego, esconder una pelota para que nadie jugara resultaba cuestión simple para él. Si estaba en el aula, cambiar de lugar los libros y cuadernos de otros alumnos era una de sus diversiones.

Además, gozaba Guillermo cuando a uno de sus compañeros le preguntaban algo que no sabía responder. Era momento en que vociferaba “¡burro!”, para exponer a las risotadas de los demás a la persona en cuestión.

Siempre anduvo en busca del elemento chispeante o llamativo para sobresalir.

Podía ser colocándoles colas de papel a otro muchacho o pegándole en la espalda un rótulo que dijera por ejemplo “soy loco” o “se vende este burro”. También podía ser haciendo ver su conocimiento de alguna materia cuando alguien atravesaba un apuro, precisamente por desconocer eso.

A Pedrito, un vecino suyo de butaca, le pasó quizás lo peor que pudiera pasarle a un alumno debido a la conducta de Guillermo. Estaban en un examen de matemática y habían acordado previamente algo que nunca deben hacer los buenos estudiantes, que era decirse entre sí lo que cada uno no supiera. Pedrito dijo a Guillermo dos temas del examen hasta que éste los copió cuidadosamente en su temario.

Luego cuando Pedrito solicitó a Guillermo que le dijera algo de tipos de triángulos y esas cosas, Guillermo se paró y pidió a la profesora que lo cambiara de lugar.

“¿Qué te pasa?”, preguntó la profesora y Guillermo respondió señalando a Pedrito: “Es que este muchacho me está molestando”.

La profesora inquirió algo más sobre el particular y Guillermo dijo que Pedrito le estaba preguntando asuntos del examen. La profesora procedió a quitarle el papel a Pedrito sin este haber terminado, además de echarle públicamente una reprimenda ante la cual Pedrito sintió que la cara se le caía de vergüenza.

Pero Guillermo iba más allá. Su mente se mantenía activa procurando formas de molestar a alguien. Un blanco seguro de sus ataques era Loyda, una niña que se sentaba delante de Guillermo. El hecho de ser muy blanca fue causa de mortificación debido a que Guillermo nunca le dijo su nombre, sino canquiña, pedazo de palmito, blancuta o cualquier denominación relacionada con la blancura.

El día que en una clase de naturales la profesora explicó las propiedades del agua, Guillermo vivió un gozo inmenso y repitió “Inodora, insípida e incolora… como Loyda”.

El hecho de ser de piel muy clara sirvió a Loyda para sufrir el escarnio de Guillermo. Pero para Benjamín fue lo contrario. Sintió herida su interioridad cuando por causa de su negrura Guillermo le llamaba carboncito y con otros nombres despectivos. Además, solía decirles a ambos muchachos: “Júntense para que hagan un café con leche”. Y reía a chorros.

Preguntar el significado de una palabra recién localizada en el diccionario fue una diversión que Guillermo practicó al pasar el tiempo. Igualmente hacía quedar mal a sus compañeros preguntando la capital de un lejano país de África. Inclusive, su profesora titubeó para responder una vez que al intrépido muchacho se le ocurrió interrogar acerca de la capital de Gran Bretaña. Todos quedaron pensativos.

—Dígale, profe, a este grupo de brutos, para que aprendan como yo— dijo dirigiéndose en tono descortés hacia la maestra.

Ella no respondió y prefirió que lo hiciera Guillermo.

—¡La capital de Gran Bretaña es Londres!, —dijo enfáticamente y todos los niños quedaron boquiabiertos.

Estaban confundidos, pero no decían nada. Sólo una niña delgada y de apariencia frágil se paró para decir que Guillermo estaba equivocado. “Porque aquí nos han enseñado que Londres es la capital de Inglaterra y no de ese país que él dijo”. Guillermo estalló en risa alborotada, a la vez que increpaba a la muchacha con estas palabras:

—¡Pedazo de animal, míralo aquí donde lo dice, tú no sabes que Inglaterra es sólo una parte del Reino Unido...!

Guillermo tenía en sus manos un diccionario y mostró a quienes quisieron verla, la información que había proclamado a voz en cuello. Otros no supieron que decir ni qué hacer, pero a todos penetró un remolino de dolor por la forma en que Guillermo los humillaba.

Quien no había sufrido la escondida de un libro u otro objeto por parte de Guillermo, sintió que un día le faltó la merienda que trajo desde su hogar para comerla en la hora de recreo o se encontró en los cabellos un paquete de cadillos. Todo era obra de Guillermo. Y de verdad que el muchachito se convirtió en un tormento. Las niñas anduvieron espantadas por temor a que Guillermo les amarrase el lazo de la falda al pupitre y a cualquiera pudo ocurrirle que Guillermo le colocara un objeto ajeno en su mochila para aparentar intenciones de robar. Por causa de este comportamiento pasó un gran susto Andrés, ya que el propio Guillermo sugirió a la profe que revisara la mochila de ese niño cuando otro declaró que perdió su libro de Lengua Española. Desde ese día Andrés se convirtió en un solo llanto y se negaba a ir a la escuela.

Las cosas han cambiado. Ya lo dijimos. Guillermo es ahora un alumno formal y correcto.

Antes de la transformación, ocurrió que los alumnos del séptimo A y los del séptimo B fueron llevados a un paseo en el campo. Se establecieron en una antigua casa donde habitaban los abuelos de una de las profesoras. Era una casa de madera grande y ventilada, ubicada cerca de un río y rodeada de frutales. Jugaron, cantaron y comieron en abundancia. Cuando el sol se tornaba rojizo y tenue recogieron sus bártulos para regresar. Las maestras miraron detenidamente y reflejaron en sus rostros lo que buscaban. El microbús estaba encendido y presto para arrancar. Se oyó una voz:

—Falta alguien, profe.

—Yo sé quién, es verdad.

En realidad, faltaba Guillermo. Quien primero lo notó fue Loyda, a la que Guillermo llamaba “inodora, insípida e incolora”. Todos dirigieron sus sentidos a buscar a Guillermo. Caminaron todos los lados del patio y de la casa y muy pronto dieron con él porque gritaba.

Había caído en un hoyo lleno de aguas sucias y hediondas. Todos los niños quedaron extrañados porque cuando llegaron vieron que ese hoyo estaba cubierto de tablas y planchas de zinc. ¿Cómo pudo Guillermo caer en él?

Antes de averiguar lo sacaron y le quitaron sus ropas empapadas de pestilencia. Lo bañaron con jabón y suficiente agua clara hasta dejarlo limpio. Todos lo consolaban para que no siguiera gimiendo. Varios niños se despojaron de piezas de vestir para cubrirlo. El primero en entregar su abrigo fue Benjamín, llamado carboncito por Guillermo.

Cuando Guillermo estuvo limpio y con ropas secas, las maestras y los demás niños siguieron analizando cómo cayó en el hoyo inmundo. Es que el propio Guillermo quitó algunas de las tablas que lo cubrían y puso en su lugar unas hojas de plátano. Preparaba así una broma fenomenal. Luego olvidó lo que había hecho. Pasó corriendo por el lugar y cuando pisó sobre las hojas, éstas abrieron y Guillermo se precipitó al fondo del pozo con aguas fétidas.

Desde entonces Guillermo pasó a ser el niño más comedido y correcto de toda su escuela.

Rafael Peralta Romero

sábado, 18 de junio de 2022

Versos Diversos de Rosa Francia Esquea


Con esta escritora no podemos decir que es su último libro, sino su reciente, porque nos da siempre sorpresa, como ha ocurrido con los concursos que siempre dice que no va a participar y el martes le pregunté si hay un concurso por ahí cerca y solo me dijo: “Actualmente no tengo mi pensamiento en concurso”, lo que significa que está abierta a las posibilidades.

Como el título de su libro el contenido es diverso, tocando temas costumbristas, y efemérides que motivan a los lectores a deleitarse y más con esas hermosas y coloridas ilustraciones del artista José Amado Polanco, además del diseño con las letras de buen tamaño para fácil lectura.

El índice está integrado por El gato dormilón, Tita la perrita, preguntitas, Agua, A la escuela, Lunita, Amaya Margarita, Año Nuevo, Mis derechos, A Jesús, El limpiabotas, Un paseo por el año, Con mi chico en cuarentena y Sebastián Rodrigo.

El poema “Un paseo por el año” está dividido en poesías, una por cada mes, y destaca las principales efemérides; las correspondientes al mes de junio hace alusión al Día del Ambiente; a la Gesta del 14 de Junio, cuyos integrantes fueron bautizados como la Raza Inmortal, el Día contra la Erradicación del Trabajo Infantil y los maestros.

 

Junio 

En junio hay efemérides

que debemos recordar

como el Día del Ambiente

y el de la Raza Inmortal. 

En la segunda mitad

nos detenemos a pensar

que los niños y las niñas

jamás deben trabajar.  

Y antes del cierre de clases

decimos a los profesores

que son dueños del saber

y de nuestros corazones. 

 

La escritora ya tiene publicado nueve libros de los cuales siete son de temas infantiles. 

El libro, que consta de 53 páginas, fue publicado por la Editora Santillana bajo el sello infantil Loqueleo.


FOLCLOREANDO 

Xiomarita Pérez

Santo Domingo, RD

Publicado en Listín Diario

sábado, 21 de mayo de 2022

Nelia Barletta: la literatura al servicio del amor por lo nuestro

 

Nelia Barletta y Elizabeth Puig rodeadas de niños de la
Fundación Abriendo Caminos en Cristo Rey.


Mi hermano King y yo regresábamos de la escuela y nos llamaron la atención las ciguas palmeras en su nido, construido en lo alto de una hermosa palma. Parecía que festejaban algo. Nos miramos cómplices y contagiados, corrimos en círculos alrededor de la palmera. King llamó al nido “Condominio Pajarito”. Entonces no sabíamos que eran aves solidarias, que en aquel enorme nido habitaban otras aves, además de las dueñas o constructoras ciguas palmeras; ni que con el tiempo, serían consideradas el ave nacional de la República Dominicana.

A King y a mí no nos enseñaron en la escuela la cantidad de aves endémicas de esta isla. Su diversidad ni características. Se limitaron a decirnos que pertenecen al reino animal, que vuelan y que tienen plumas. La palabra biodiversidad no existía en nuestro mundo. La palabra endémica, tampoco.


Nelia Barleta, autora de Cata y Lina, la nube de aves

En la pasada Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil -FILIJ 2022- la escritora Nelia Barletta estaba en persona frente a la presentación y venta de sus libros escritos para niños, para los cuales ha creado un sello editorial; Libros Ámbar y sabemos que la venta de los mismos va destinada a la Fundación Abriendo Caminos que está en Cristo Rey, donde hemos acudido a compartir con los niños con la alegría de las ciguas palmeras.

E igual que las ciguas, Nelia ofrenda la venta de sus libros al fondo económico, pienso yo que es simbólico porque lo necesario para sostener la formidable obra de educar, dar apoyo psicosocial tanto a los niños como a sus familias y dar continuidad a ese programa de proyectos no es fácil ni un juego. Un poco de protección en medio de tanta precariedad. Un oasis en el desierto.

Nelia Barletta creó esta obra para los niños dominicanos y del mundo: CATA Y LINA, la nube de aves, en palabras de Elizabeth Puig: «...las protagonistas de este cuento son las ciguas palmeras y el mundo de las aves de nuestra isla. Gracias a la magia que permite el cuento infantil y a la sutilidad de la autora, el relato nos hace pasar sin gravedad ni pesadez de lo infinitamente pequeño a lo infinitamente grande». Estoy totalmente de acuerdo, porque esta obra es una lección que todo niño debe poseer en sí mismo.

¡Espera! ¿Yo hablando de lección? Sí. Casi siempre que hay una polémica surge el maniqueísmo y la gente tiende a ver las cosas en blanco y negro, sin pensar en los colores intermedios y sus matices. Cuando defendemos que la literatura no se hizo para dar lecciones (didactismo), no significa que la literatura no enseñe. Mucho hemos dicho que la literatura debe ser el apoyo de todas las demás ciencias cuando se trata de llevar al espíritu de un ser en formación un mensaje. Pero esa información no se puede dar al azar. Ese mensaje no puede ser explícito ni obvio. Esa es la magia de la literatura. Va educando, formando con una llave o clave que depende de la conexión del lector con el libro. A poseer esa llave aspiramos los escritores o debemos aspirar.


Después de leer la obra, puedo decir que Nelia Barletta no escribe por escribir; que observando su trayectoria y confirmado por ella misma, su afán es transmitir amor por las letras y el idioma (estudió Literatura Latinoamericana en Barnard College, en la Universidad de Columbia), entusiasmo por la lectura y sembrar en sus pequeños lectores el amor propio unido al sentimiento de pertenencia al valorar a la República Dominicana y todo lo que ella ofrece de hermoso, único y endémico.

Señores, eso es una enorme contribución con la identidad nacional. Una semilla de autovaloración de la que carecen los menos favorecidos porque cuando uno sabe quién es y para lo que vale, no hay fuerza ni obstáculo que pueda interponerse, ni hay yola o ilusión de otra vida que no sea aquí y ahora para construir lo que vendrá. Y pésele a quien le pese: ESTE ES EL MEJOR PAÍS DEL MUNDO.

Yo hago reconocimiento a Nelia Barletta y uno su nombre (salvadas sus originalidades), con el de Lucía Amelia Cabral (pionera), María Teresa Ruíz de Catrain, María Amalia León, Maritza Florentino, Carmen Esteva de Marranzini, Virginia Read Escobal y doña Rosa Bonetti de Santana (que sin ser escritora conocida, sabe lo qué es literatura), porque son mujeres con una formación integral sólida y trascendente, llenas del amor por el país, por su gente y su preservación, tan inmensas que han logrado concretar proyectos literarios y artísticos que involucran a los seres en formación para continuar un legado que a muchos parece serle indiferente, pero que son el germen de la continuidad y la permanencia; del futuro en una sola palabra.

Adquiera CATA Y LINA, la nube de aves, una preciosa historia, necesaria que tiene todo lo que debe tener una obra para niños: divertida y educativa. Contribuya con su amor propio, su sentido patrio y su legado a su tierra natal:


https://www.facebook.com/abriendocamino/


Cuerpo en una burbuja: una innovación de la poesía dominicana

Ryan Santos Agradable ha sido para mí sumergirme en otra obra del prolífico escritor dominicano Julio Adames, a quien tuve la oportunidad de...