La enferma y su cama
Rectangular y sudada
la cama ahora sostenía
a la enferma que lloraba
porque no se deshacía
del mal que la maltrataba.
-No llores -dijo la cama.
Ten en cuenta que hay enfermos
que están en el duro suelo
y jamás tendrán almohada.
-Sí -repuso la infeliz. Eso
será en tu lugar, pero yo
que estoy tan mal, sufro
demasiado aquí,
y como piso no eres
déjame que me acomode,
pues no te puedo apreciar
porque ansiando estoy la muerte
para poder descansar.
Trata de diferenciar dentro
de dos males, uno;
porque el más grave !seguro!
siempre al otro vencerá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Es fácil! ¡Tú dices! ¡Yo te escucho! Yo contesto... ¡Así hablamos!