Dr. Julio Cuevas, Profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
XII Feria Nacional e Internacional de Libro 2009
Coloquio Sobre la Narrativa en la República Dominicana-23-4-09.-
UNA DÉCADA DE NARRATIVA EN LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL DOMINICANA (1981-1990)
-Estudio Preliminar-
Por Dr. Julio Cuevas
Prof. de la Universidad Autónoma de Santo Domingo-UASD-
-Una Aclaración Metodológica-
Este estudio abarca nada más las publicaciones que, en forma de libros, se han publicado para niñ@s y jóvenes en el país, entre el 1981 y el 1990, salvo el período 1991-2000, donde se verifica un notable incremento en la publicación de cuentos para niñ@s y jóvenes.
-Introducción-
En la literatura dominicana se desconoce algún período en la historia republicana, en que nuestros escritor@s y gobernantes hayan tenido mayor interés, en la publicación de libros para niñ@s y jóvenes, que en la década comprendida entre el 1981 y el 1990.
Ese notable apoyo a la Literatura Infantil y Juvenil en el país, aparece fundamentado en el hecho de que el 1979 fue declarado como “Año Internacional de la Niñez”, por lo que el Estado, y en particular, el gobernante de entonces (Don Antonio Guzmán Fernández), incluyó en su agenda partidas presupuestales para la publicación de obras y la organización de concursos literari@s para niños y jóvenes dentro de sus políticas públicas.
Algunas instituciones gubernamentales y privadas, como el CONANI (1979), comenzaron a coordinar seminarios sobre la importancia de la literatura infantil y juvenil en el desarrollo y sobre el fomento del libro y la lectura en nuestro país, de ahí el Primer Seminario Nacional sobre Libros para Niños en la República Dominicana, realizado del 26 al 31 octubre de 1981, iniciándose, además, la inauguración de espacios y salas para niñ@s, específicamente en el Distrito Nacional.
Hay un hecho que quiero destacar y es que en el 1981, surge por primera vez en la Educación Superior Dominicana la Literatura Infantil como asignatura especializada, administrada por la escuela de Letras de la Facultad de Humanidades, para el 6to. Semestre de la licenciatura en Educación Preescolar y Primaria de la Escuela de Pedagogía de la UASD, siendo su primer profesor el Dr. Julio Cuevas.
-Desarrollo-
1981-1982: Textos Publicados y Algunas Notas Críticas:
En el año 1981 fue publicada una colección de narraciones de niñ@s, bajo el título de “Así Escriben los Niños”: Cuentos (1981), con el auspicio del Colegio Babeque, ubicado en el Distrito Nacional. Un año antes, esa misma entidad educativa, la cual está ubicada en el distrito Nacional, publicó una obra similar, es decir, con cuentos escritos por niñ@s que estudian en ese plantel escolar, destacándose allí un discurso con temas citadinos y el uso de una lengua directa y con ciertas rupturas inesperadas en su entramado narrativo, lo que nos dice que se trata de niñ@s que dan sus primeros atisbos en el amplio universo de la creatividad y la imaginación, lo cual es una acción pertinente. Se trata de cuentos de niños para niñ@s. En el 1981 fue publicado, además, el libro “Mochila para Pioneros” (1981), del desaparecido autor dominicano Narciso González (Narcisazo). Esta obra es una antología en la que su autor reúne un conjunto de textos de diferentes facturas, donde aparecen algunos cuentos. La mayoría de trabajos recogidos aquí, corresponden a la literatura para jóvenes, prevaleciendo un enfoque marcadamente didáctico e ideológico en la mayoría de los textos que aparecen aquí, incluyendo poemas, adivinanzas, teatro y refranes.
En el 1981, la entonces Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos, publicó “Tres Cuentos de Pedro Henríquez Ureña”, los cuales fueron escogidos de su obra “Cuentos de la nana Lupe”, la cual fue publicada por la Universidad Autónoma de México, en el 1966. Ya en un estudio anterior he fijado mi visión crítica en relación a los “Cuentos de la nana Lupe”, y, en esta ocasión, teniendo en cuenta la delimitación histórico-temporal (1981-1990) de mi estudio, no tengo aquí ningún enfoque crítico sobre esta obra .
En el 1982, la autora Elbita Hernández Montalvo, publicó su libro titulado “Cuentos Dominicanos: La ninfa del lago Enriquillo/Las Dos Esperanzas”, una obra en la que la leyenda se nos presenta desde un vínculo de intimidad con lo ambiental, con la naturaleza y la visión onírica apegada al futuro o al porvenir.
En el 1982, apareció, además, la obra titulada “Mariposas de Colores”, escrita por niñ@s de la entonces Biblioteca Piloto Infantil. Se trata también de un conjunto de cuentos donde l@s niñ@s evocan su amor a la naturaleza y a las mariposas, desde una expresión espontánea, natural, por no decir, desde su inocencia de la vida.
“Versos y Fábulas” (1982) es el título de una antología de poesías y fábulas publicada por la pedagoga u gestora cultural Fiume Gómez, en la que recoge unos 67 trabajos de los cuales hay 11 fábulas que, por la estructuración discursiva y por el entramado de sus moralejas, son adecuadas para la juventud, prevaleciendo en cada una de ellas la enseñanza y el interés impregnar valores morales y espirituales, por encima de desarrollar la creatividad y la imaginación en sus lectores.
Otra de las obras narrativas publicadas en el 1982 fue la titulada “Mariposas de Colores” (1982), de Annelie Vega, entre otr@s. Se trata de una obra de niñ@s para niñ@s editada con el auspicio de la entonces Biblioteca Piloto Infantil. Desde la portada de ese libro se advierte la creatividad, la representación argumental que fluye a partir del discurso que encierra su ilustración, donde se observa a una mariposa en vuelo que escapa de la voracidad de un lobo.
En su discurso narrativo, en ese cuento infantil lo imaginativo, lo anecdótico y lo subjetivo, son ejes centrales o núcleos de una estructura narrativa amena y provocadora de gozo o deleite. La narración está sujeta al uso de la prosopopeya, como recurso poético utilizado con cierta frecuencia en esa obra. Quiero resaltar que l@s autores, al momento de ser publicado este libro, a penas tenían 8 años de edad. Aquí el mensaje icónico o gráfico se sobrepone a la discursividad textual. Es adecuada para niñ@s de 4 a 6 años de edad, aproximadamente.
Pasamos ahora a referirnos a la obra titulada “La Vieja Belén” (1982), de Leo Flores, donde la leyenda, como parte de nuestra literatura infantil, entra a formar parte de la creatividad de este autor, para consignarnos la visión mística que hemos asumido de la navidad y el nacimiento del niño Jesús, con la salvedad de que los personajes que interactúan aquí corresponden a nuestro contexto vivencial o cotidiano, descartando así la presencia de un atípico Santa Claus y su trineo.
La presencia de un narrador en tercera persona observadora, permite que la obra adquiera más vitalidad en todo el desenvolvimiento de los hechos y en la presentación secuencial de su trama interna. La Vieja Belén actúa como personaje protagónico o personaje central, representando los principios bíblicos de la religión cristiana (católica), procurando siempre resaltar principios identitarios de nuestro pueblo. La vieja Belén aparece aquí vestida de listado, como la dominicana humilde de otros tiempos, donde se disponía a cumplir alguna promesa en términos divinos, con su pañuelo en la cabeza, con si típico cachimbo y montada en un burro con árganas llenas de frutas, juguetes y demás regalos que puedan representar el bienestar de l@s niñ@s, sustituyendo así, de manera radical, a los Reyes Magos y sus exóticos camellos.
Esta es una obra narrativa adecuada para ser representada en la escuela y fuera de la escuela, por la fuerza de su dramatismo y su descriptividad escénica.
Pasamos ahora a ver la obra titulada “Roberta la Elefanta Roja y Coqueta” (1982), Lorelay Carrón, la cual está sostenida a partir de una forzada manifestación argumental y anecdótica, en torno a una problemática vinculada con el proceso de transculturación y la enajenación cultural.
Se trata de una narración en versos, plagada de cacofonías y apoyada en el uso reiterado del hipérbaton. Su narración está planteada en estrofas de cuatro versos o en cuartetos, donde hay un dominio del discurso rimado desde lo consonántico, llegando a provocar una desintegración en su unidad rítmica, lo cual induce al niño lector a sumergirse en un tedioso proceso de descodificación del discurso narrativo manejado por la autora en este libro.
Considero que la autora, en vez de utilizar la elefanta, como personaje, bien pudo recurrir a nuestra fauna y seleccionar una chiva, una vaca o cualquier otro animal con el cual loss niñoss dominicanos estén familiarizados y desde el cual se puedan poner en contacto con su propio contexto social. Aquí también prevalece lo pedagógico y lo instruccional en toda la estructuración narrativa de este cuento en versos.
En ese mismo año (1982), como parte de las políticas culturales en favor del fomento de los libro para niños, el Consejo Nacional para la Niñez (CONANI), organizó un concurso de cuentos infantiles, a través de su programa “Ayúdame a Aprender”. En ese concurso salieron tres obras ganadoras, esas obras fueron: “La Pequeña Cabonao y su Amiguito Matino o el Collar de Conchas”, escrita por Nora del Campo de Wittkop, ganadora del primer lugar; las otras obras fueron la titulada “Soy el Punto”, escrita por José Eliseo Noble Espejo, quien ganó el segundo lugar, y, la obra titulada “La Araña y el Mosquito”, de Miguel Phipps Cueto, quien ganó el tercer lugar en el referido concurso.
En relación a la obra “La Pequeña Cabonao y su Amiguito Matino”, de Nora del Campo de Wittkop, podemos decir que esta obra nos remite al universo mitológico de nuestra extinguida sociedad indígena. Esta obra tiene como fuente referencial la “Relación Acerca de las Antigüedades de los Indios”, Fray Ramón Pané.
Desde el inicio, en la obra de Nora de Wittkop, se registra la delimitación del cuento infantil tradicional, por lo que se caracteriza por el uso del plano temporal en pasado, apoyado en la demarcación de lo remoto, en lo ahistórico y en la indeterminación geográfica. La hiperbolización, junto al frecuente uso de adjetivos, se nos presenta como elementos predominantes en todo el contexto narrativo de esa obra.
Los hechos son presentados por un narrador en tercera persona omnisciente. La explicación y la descriptividad, caracterizan el discurso planteado en “La Pequeña Cabonao y su Amiguito Matino o el Collar de Conchas”.Hay un reducido uso de metáforas y demás figuras poéticas, por lo que la prosopopeya y la comparación son dos recursos literarios que sirven de fundamento a la narración en esta obra.
Por otro lado, se recurre al uso indiscriminado de los diminutivos, debilitando así el manejo de la lengua en el corpus narrativo de este cuento. Podemos advertir que en esa obra hay una virtual ruptura temática que nos coloca frente a dos cuentos en un mismo texto, evidenciándose así una desorganización expositiva en su desarrollo temático.
Desde el punto de vista de la expresividad de la lengua icónica, la ilustración es limitativa, reduce la potencialidad semántica del mensaje textual. Por el uso de la lengua, como por el tratamiento dado a los temas tratados, esta obra es recomendada para niños de 8 a 10 años de edad, aproximadamente.
En la obra titulada “Soy el Punto” (1982), de José Eliseo Noble Espejo, predomina un criterio didáctico-pedagógico, donde enseñar, informar algo e instruir, son los fundamentos esenciales, quedando en un segundo plano el deleite, el gozo, el entretenimiento y el sentido estético-literario que debe prevalecer en una obra literaria, siempre y cuando entendamos la literatura como arte.
En “Soy el Punto” hay tres aspectos esenciales, esos aspectos son: el referente a la geometría, a la gramática normativa y lo relativo a lo ético. En cuanto a lo geométrico, se hace hincapié en la presentación de algunos conceptos básicos, como son las circunferencias (Pág. 8), el diámetro (Pág. 9), lo tangencial (Pág. 10) y lo perpendicular (Pág. 11).
En lo referente a la gramática normativa, el punto es tratado aquí como signo ortográfico, en relación con la coma (,) (Pág. 12). En relación a los dos puntos (:) y los puntos suspensivos (…) (Págs. 13-14). En relación a ético se relaciona el punto desde una acepción dentro de las relaciones interpersonales, como remitentes a aspectos específicos de mandatos y como expresión estricta de órdenes. El didactismo domina todo el contexto situacional de esta obra. Es una obra recomendada para niños de 8 a 10, aproximadamente.
Otro texto que debemos resaltar aquí es el titulado “La Araña y el Mosquito Sabio” (1982), de Miguel Phipps Cueto. En esta obra la rigidez expositiva en la presentación de los hechos y la linealidad discursiva de la narración, nos remite a un ensamblaje narrativo propio del cuento infantil tradicional, aunque hay aquí el planteamiento de una ubicación geográfica o de un espacio, donde los sujetos protagónicos, representados por insectos (una araña y un mosquito) desarrollan su actuación en el Ingenio Consuelo, de San Pedro de Macorís, en la parte Este del país.
A pesar de esta referencia Geográfica, en la obra se pudo asumir como base expositiva la presentación de las costumbres, las vivencias, las creencias, las cañas, la gente y la historia de San Pedro de Macorís e incorporarlas como parte de su narratividad.
Hay en este cuento una aproximación a la fábula, no sólo por la presencia funcional de los insectos como sujetos actores, sino por su moraleja y por la argumentación planteada, lo cual, también le otorga un sostenido ambiente pedagógico-instruccional, por encima de lo estético. Entre los valores éticos y espirituales que sobresalen en esta obra, podemos citar aquel referente a “respetar para que te respeten”, lo cual muy bien nos encaja como entes sociales, como si se tratase de un manual de educación cívica. Esta obra es recomendada para niños de 6 a 8 años de edad, aproximadamente.
Aquí sobresale la antinomia de “lo bueno” y “lo malo”, prevalece como fundamento valorativo dentro del discurso.
1983-1984: Textos Publicados y Algunas Notas Críticas:
En el 1983 fue publicado el libro titulado “Pequeño…en la montaña hay un niño que te espera”, escrito por Fior D´aliza Bort de González. En esta obra la base temática está fundamentada en la búsqueda solidaria del Ser, en el criterio del buen convivir, aunque hay que reconocer que en su planteamiento narrativo predomina el esquema del cuento tradicional y su linealidad expositiva. Se trata de una obra marcada también por el afán de enseñar formas de vida, maneras de interrelacionarse, la solidaridad y el respeto al otro. La otredad entra a formar parte del engranaje temático de este cuento.
También el 1983 nos encontramos con la publicación de un libro titulado “El Árbol de los Pájaros”, de la escritora y crítica de artes Doña Marianne de Tolentino. En esta obra, la autora resalta la flora, la ecología y la fauna del pueblo dominicano, aunque carece de cierto rigor en lo referente al uso de la lengua poética y se pone de manifiesto la relación que debe existir entre los sujetos y los animales. Es una obra apropiada para niños de 8 a 10 años, aproximadamente. Algo que debemos destacar en esta obra es que está ilustrada por el pintor dominicano Cándido Bidò, lo que nos induce a motivar a los demás pintores a disponerse a ilustrar textos de literatura infantil y juvenil en nuestro país.
También en el 1983 aparece publicado el libro de cuentos titulado “Cuando la Luna Llega”, de Aidita Selman. Los cuentos para niños consignados en esta obra se caracterizan por el uso frecuente de la adjetivación, de ahí que en la narración, el manejo de los epítetos se nos presenta como un recurso lingüístico repetitivo. Los personajes están encarnados en la naturaleza, de ahí que lo natural o mejor dicho, la naturaleza sea la ejecutora y la dominante en una circunstancialidad que nos queda determinada por lo vegeta, dentro de la trama narrativa. De repente, en la narración se rompe con lo mágico-maravilloso y se pone al lector frente un trazo de su realidad y es entonces cuando la autora entra a enfocar aspectos que hoy destrozan nuestro vivir, como son la malicia, la maldad, y la perversión, colocando a la narración una valoración del Ser y su moralidad. Estos cuentos son adecuados para niños de 8 a 10 años, aproximadamente. La naturaleza es un personaje actuante en esta obra.
En ese mismo año (1984) fue publicado el libro “Sorprendido el Plátano”, de Lucía Amelia Cabral. El cuento está estructurado desde la óptica de la literatura infantil tradicional. Su narración es en base a breves textos, desde los cuales la autora presenta los hechos con agilidad narrativa. El uso de la onomatopeya y de la prosopopeya fortalece su discurso narrativo. Hay aquí una recurrente presencia de los diminutivos, lo cual induce a la autora a efectuar una infantilización de la lengua. Se advierte en la narración una ausencia de ritmicidad, sin embargo, el cuento, al ser leído, llega al oído de manera agradable, por el manejo que hace la autora en el uso de la ironía y de la sátira.
1985-1986: Textos Publicados y Algunas Notas Críticas:
En el 1985 aparece publicada la obra titulada “Preparó su Cuerpo y Regresó de la Luna” del actor y dramaturgo Haffe Serulle. Aunque se trata de un libro de textos poéticos, debo resaltar aquí la forma en que el autor nos presenta sus producciones desde una narrativa poetizada. Hay un matiz patético, una disposición histriónica al contar los hechos, lo cual se corresponde con su vivencia de dramaturgo y actor.
“Colección de Cuentos Infantiles y Juveniles” (1985), de Eleanor Grimaldi. Esta es también otra obra narrativa que, aunque su autora plantea que es también para jóvenes, considero que por su estructura, es totalmente para niños. Esta obra consta de cuatro cuentos y todos corresponden a niños lectores. Hay aquí recurrentes motivaciones donde aparece la proyección de los elementos de la naturaleza, esta vez representados por los conceptos cometa/ estrella/monstruo/tierra/sol/entre otros. La naturaleza se constituye en base central del discurso narrativo y en el planteamiento temático de Eleanor Grimaldi, desde el cual se trata de familiarizar a los niños con el mundo exterior, con el entorno ambiental que circunda la existencia de los niños, como entes pensantes.
Encontramos aquí una narrativa para niños entroncada en la búsqueda del crecimiento y/o desarrollo del potencial imaginativo de los niños.
En el 1985, aparece el libro “Papeles de Sara y otros Relatos”, del escritor Manuel Rueda, quien ya había publicado anteriormente su obra de teatro para jóvenes “El Rey Clinejas” (Teatro, 1979).
En “Papeles de Sara y Otros Relatos”, Manuel Rueda nos vuelve a deleitar, esta vez, con una narrativa para jóvenes, donde la vida y la sublimidad de lo onírico nos contagian. Se trata de un texto rítmico fundamentado en el realce de valores humanos y la proyección de los sentimientos del ser, desde un discurso narrativo caracterizado por la cadencia en el uso de la lengua.
En el 1986, aparece el libro titulado “Mis Primeros Cuentos”, de la entonces niña Mía Jazmín Vidal. Esta obra consta de 29 cuentos, los cuales, en su mayoría, están caracterizados por el uso frecuente de la adjetivación y la prosopopeya, siendo recurrente, también, el uso de imágenes de movimiento.
En “Mis Primeros Cuentos”, la autora parte de sus vivencias y cotidianidades. Aquí la violencia no es proyectada como faceta modélica dentro del desarrollo de l@s personalidad de l niñ@s, al contrario, se centraliza en el realce de los valores espirituales y humanísticos. Otro aspecto significativo de este libro es el no caer en infantilización de la lengua.
En “Mis Primeros Cuentos”, Mía Jazmín Vidal, plantea una diversidad temática que tiene como punto de coincidencia el enfoque en torno a lo humano. La naturaleza, y en particular, los animales, la lluvia y las flores, son los ejes temáticos alrededor de los cuales gira la organización narrativa que sirve de soporte a estos cuentos infantiles.
Otra de las obras publicadas en el 1986, fue “Las Aventuras de Realitón y Kungominé”, del musicólogo y compositor dominicano Tony C. Sánchez. Con esta obra, la literatura infantil dominicana, adquiere solidez, por su fuerza estético-literaria, aislando a los niños dominicanos de la violencia.
En realidad, se trata de una comedia musical, pero, dada su estructura narrativa apegada a la fábula, hemos preferido tratarla en este estudio. El tema tratado se circunscribe en el planteamiento de las tragedias de Kungominé (El Gato Chino) en el Palacio Real de los ratoncitos. La imaginación y lo onírico dominan la cobertura anecdótica existente en el discurso narrativo de esta obra. Se trata de una obra adecuada para niños desde los dos (2) hasta los ocho (8) años, aproximadamente.
Otra de las obras publicadas en el 1986, fue “La Ciudad de los Fantasmas de Chocolate”, del escritor, y abogado, catedrático y cineasta, Jimmy Sierra. En esta obra se recoge la cotidianidad insular, es proyectada desde una perspectiva universal. En esta obra para niñ@s, la simbología de lo fantasmagórico se torna en código de la ironía y del humor. La potencialidad discursiva que había plasmado Jimmy Sierra en “La Historia del Hombre que Amó Todas las Cosas”(cuento recogido por Narciso González en “Mochila para Pioneros, 1981), brota ahora con un delineamiento narrativo más determinado en el manejo de la lengua figurada.
Aquí, la realidad tangible es interrelacionada con la ficción, y a su vez, la ficción surge de la misma. ¿Acasos no es Paco Escribano parte de nuestro ambiente, junto a Dorotea y Chochueca? Estos personajes son sacados de su laberinto de lo inverosímil para ser incorporados como sujetos protagónicos, en escenas propias del discurrir de un tiempo histórico intrínsecamente nuestro.
Clinche y Barajita; Rodríguez y el Maco Pen Pen; Capitán y el Doctor Anamú; Pelao y Felipa y Macario; Aria, Chamba y Pichón de Burro, quedan recogidos desde la perspectiva de realzar aquellos elementos axiológicos se dispersan en los linderos de nuestro folklore y emiten vivencias que, aún alborotan, los barrios y el jugueteo de nuestr@s niñ@s. Estos personajes, junto a las Hermanas Mirabal, se constituyen en signos de una antítesis perceptual frente al desarrollo de una literatura infantil cuestionadota.
La historia dominicana es tomada como base para la producción literaria para niñ@s. La época del trujillato conforma el ambiente de cada uno de estos cuentos. Se trata de las vivencias de los años cincuenta de nuestro acontecer republicano. Una transfiguración de las representaciones del mal, sobresale en la narración, para dejar como esencia de proyección literaria la verdad y el bien. Aquí la violencia queda como un fenómeno opuesto al convivir social, sin que el autor descuide en tratamiento estético en el discurso narrativo que predomina en esta obra. Este libro es adecuado para niñ@s de 8 a 10 años, aproximadamente.
En el 1986, el Colegio “Babeque”, volvió a publicar otra colección de cuentos escritos por algun@s de sus alumn@s, con el mismo título de las publicaciones anteriores: “Así Escriben los Niños Dominicanos”, destacándose allí una narrativa directa, repetitiva, en cuanto a los temas tratados y caracterizada por tratamiento de lo familiar, a partir de un discurso lineal. Lo importante aquí es su motivación ante el desarrollo de la creatividad en l@s niñ@s.
En el 1986, aparece también la obra titulada “Los Bosques de Holguín,” escrita por el gestor cultural y odontólogo Oscar Holguín-Veras. En esta obra nos encontramos con una narrativa, donde la añoranza del pasado y los recuerdos de la familia conforman la trama de los hechos. La naturaleza es asumida como fundamento, para un discurso explicativo desprovisto de construcciones metafóricas que imposibiliten su asimilación, por parte de los niños lectores. Es una obra adecuada para niños de 8 a 10 años, aproximadamente.
“Tras las Joyas de la Condesa y Otros Cuentos” (1986) es otra de las obras que forman parte de la narrativa publicada en ese período entre 1981-1990. En este cuento nos encontramos con la narrativa tradicional de reyes y condesas, donde se anda en búsqueda de tesoros perdidos. Lo ideal y lo onírico entran a dominar el discurso. Una narrativa caracterizada por la presentación de hechos en tiempo pasado y asumida por una trama donde no es nada difícil adivinar el final desde el inicio de la narración. Es una obra adecuada para niñ@s de 4 a 6 años, aproximadamente.
También en el 1986, fue publicado el libro titulado “La Gatita Mima y sus Amiguitas Las Violetas”, de Mary Collins de Colado. En este texto, volvemos, de nuevo al discurso dominado por los animales y la naturaleza, enraizado en vínculo entre el reino animal y lo natural. Las violetas asumen categoría de personajes junto a la Gatita Mima, para, sin ser una narración pedagogizante, envolvernos en una enseñanza: amar a los animales y al mundo de la naturaleza, como única alternativa de ser más humanos. Una narración llena de ternura y de sueños infantiles recorre la trama que Mary Collins de Colado nos presenta aquí, dejándonos la alternativa de vivir si defendemos nuestro ambiente. Se trata de una narración apropiada para niños de 4 a 6 años, aproximadamente.
1987-1988: Textos Publicados y Algunas Notas Críticas:
De manera increíble, en el año 1987 no hemos encontrado una cantidad significativa de publicación de narrativa para niños y jóvenes hecha en el país. De todas maneras, podemos hacer mención de una obra titulada “Que Canten los Ruiseñores (¿Por qué, Mamá? Cuento, 1987)”, de la periodista Noris Decena. Se trata de una narración caracterizada por un enfoque tradicional, donde se procura el vínculo entre los niños y la naturaleza, el realce al amor materno, el respeto al medio ambiente y a la vida. Aquí los hechos van entramados con el discurrir de los niños dentro del entorno de sus vivencias. Es una obra, recomendada para niños de 4 a 6 años, aproximadamente.
En el 1988, con el auspicio del Centro Dominicano de Estudios de la Educación, fue publicada la antología de cuentos titulada “Queremos Cuentos Nuevos”. Aquí, como es natural hay, se proyecta la búsqueda de una novedad, la cual consiste en el planteamiento de los hechos sin que prevalezca el machismo, sino la igualdad de género desde la narrativa para niños y jóvenes.
Aunque parezca una imposición temática, los cuentos recogidos en esta antología están marcados con el mismo enfoque: La igualdad entre hombres y mujeres, entre niños y niñas y entre jóvenes de ambos sexos, como si se quisiera romper con un paradigma que está incrustado, no sólo en la literatura, sino en la sociedad dominicana. Eso es digno de tener en cuenta, porque procura la puesta en vigencia de nuevas temáticas que, por años, han sido silenciadas en nuestros medios literarios.
Aquí nos encontramos con diferentes estilos en el tratamiento del discurso narrativo, siendo una constante dar más prioridad al manejo de lo temático-argumental que al manejo de la lengua y sus múltiples facetas expresivas, lo cual reduce, en gran parte, el valor estético de esta antología.
En ese mismo año (1988), la maestra Margarita Luciano, publicó su obra para niños titulada “El Día en que llevaron la Electricidad al Paraje La Ciénaga”. En este cuento, el asombro, la algarabía y el júbilo de los niños, es presentado desde una narrativa sencilla, pero impactante, donde lo que importa es el convivir, el compartir, la celebración, la espera y el recibir aquella sorpresa que marca su destino con la modernidad. La electricidad, no sólo permite aclarar sus noches y sus días, sino que llena de gozo y de juegos a aquel paraje y a sus niños.
“La Ciénaga” es asumida en este cuento como un espacio geográfico de grandes dimensiones, sin olvidar su pobreza material y sin omitir el valor espiritual de sus pobladores. Se trata de una obra para niños de 6 a 8 años, aproximadamente.
1989-1990: Textos Publicados y Algunas Notas Críticas:
En el 1989, fue publicada la antología titulada “Clarines de las Aulas: Obras Premiadas”, la cual fue coordinada por profesores del Colegio “Víctor Manuel”, en la ciudad capital. En esta obra hay una serie de trabajos hechos por alumnos del referido recinto educativo, y, tal como sucedió con el Colegio “Babeque”, el objetivo es poner a los estudiantes en contacto con la literatura, con creatividad. Se trata aquí de presentarnos una muestra de la imaginación infantil, fruto de la motivación de profesores y de los padres de los niños autores de estos trabajos.
En la mayoría de estos textos es notable un vacío en el manejo del discurso, pero se siente la búsqueda de la creatividad y el deseo de contar hechos, por parte de estos niños. ¿Qué cuentan? Cuentan su entorno, su vida familiar, sus sueños, sus añoranzas y sus quimeras. Cuentan lo que escuchan y lo que se inventan. Aquí lo importante es que cuenten, aunque descuiden el cómo contar. Tenemos aquí una de las tantas formas de promover la creación literaria en la escuela y en el hogar, lo cual debe extenderse por todo el país, por una sociedad crítica, participativa, creadora, reflexiva y teorética.
En el 1989, también apareció publicada la obra “La Poesía va a la Escuela: Versos, Prosa y Cuentos para Niños”, de Nuris Viola Terrero. En esta obra nos encontramos con discurso narrativo pedagogizante, instruccional y moralista. Aunque aquí se presentan algunas poesías, es importante destacar que los cuentos consignados en esta obra parecen formar parte de algún bloque temático de un programa o de una asignatura, lo cual restringe cualquier fundamento estético-literario en su estructuración.
En el 1990, último año de nuestro estudio, nos encontramos la obra titulada “Mi Compañero Ideal”, de Noris Decena. Se trata aquí de una narración para niños de 6 a 8 años, aproximadamente, donde el vínculo o la relación entre los sujetos, se asume como parte del esquema narrativo en esta obra. Los valores espirituales, la confraternidad y hermandad, son asumidos como recursos para crecimiento de los sujetos.
En esta obra, más que deleitar y poner a gozar a los niños, lo que importa es instruirlos, dejarles una enseñanza, lo cual limita los alcances creativos que en ella
pudiesen existir.
En ese mismo año (1990), Manuel García Arévalo, publicó su obra “La Primera Comunión de Laura”. Un texto donde la familiaridad es levantada como parte de un convivir en armonía. Lo místico y el valor espiritual recorren los entramados de esta narrativa.
Laura simboliza la pureza, la bondad y el sueño de alcanzar la felicidad. Es un discurso sustentado en la esperanza, en la fe y en la entrega de la familia en el hogar. El sentido de la abnegación y el valor ético, son llevados a un escenario de hechos, desde una narrativa argumental, donde las imágenes literarias son escasas, sin que esto obligue a un debilitamiento en el manejo del discurso que recorre los hechos en esta obra. Es una obra adecuada para niños de 8 a 10 años, aproximadamente.
“Grum Grum El Centolla o la Historia de la Paloma de Cueva”, es el título de la obra que Oscar Olguín-Veras Tabar publicó en el 1990, desde la cual nos relata la desgracia del Centolla, su tristeza, al verse solo, sin que nadie le ofreciera su calor y se dispusiera a jugar con él a las escondidas. La solidaridad humana, el respeto a la naturaleza y a la vegetación.
Peces y crustáceos actúan de manera protagónica en esta narración, donde el uso de la comparación es frecuente en este discurso. Se trata de un extenso cuento subdividido por varios subtítulos que están entrelazados por la hilvanación de los hechos.
De acuerdo a su estructuración temática y al manejo de la lengua por parte de su autor, es una obra adecuada para niños y jóvenes adolescentes de 10 a 12 años, aproximadamente. Debo resaltar que es una de las pocas obras para niños y jóvenes, donde se incluye una “introducción para los adultos”, donde se plantea como la teorización del autor en relación a la literatura infantil. La obra está ilustrada por el difunto artista y gestor medio-ambientalista Amaury Villalba. Cada página lleva una ilustración, lo cual le otorga colorido y hace llamar la atención al lector.
XII Feria Nacional e Internacional de Libro 2009
Coloquio Sobre la Narrativa en la República Dominicana-23-4-09.-
UNA DÉCADA DE NARRATIVA EN LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL DOMINICANA (1981-1990)
-Estudio Preliminar-
Por Dr. Julio Cuevas
Prof. de la Universidad Autónoma de Santo Domingo-UASD-
-Una Aclaración Metodológica-
Este estudio abarca nada más las publicaciones que, en forma de libros, se han publicado para niñ@s y jóvenes en el país, entre el 1981 y el 1990, salvo el período 1991-2000, donde se verifica un notable incremento en la publicación de cuentos para niñ@s y jóvenes.
-Introducción-
En la literatura dominicana se desconoce algún período en la historia republicana, en que nuestros escritor@s y gobernantes hayan tenido mayor interés, en la publicación de libros para niñ@s y jóvenes, que en la década comprendida entre el 1981 y el 1990.
Ese notable apoyo a la Literatura Infantil y Juvenil en el país, aparece fundamentado en el hecho de que el 1979 fue declarado como “Año Internacional de la Niñez”, por lo que el Estado, y en particular, el gobernante de entonces (Don Antonio Guzmán Fernández), incluyó en su agenda partidas presupuestales para la publicación de obras y la organización de concursos literari@s para niños y jóvenes dentro de sus políticas públicas.
Algunas instituciones gubernamentales y privadas, como el CONANI (1979), comenzaron a coordinar seminarios sobre la importancia de la literatura infantil y juvenil en el desarrollo y sobre el fomento del libro y la lectura en nuestro país, de ahí el Primer Seminario Nacional sobre Libros para Niños en la República Dominicana, realizado del 26 al 31 octubre de 1981, iniciándose, además, la inauguración de espacios y salas para niñ@s, específicamente en el Distrito Nacional.
Hay un hecho que quiero destacar y es que en el 1981, surge por primera vez en la Educación Superior Dominicana la Literatura Infantil como asignatura especializada, administrada por la escuela de Letras de la Facultad de Humanidades, para el 6to. Semestre de la licenciatura en Educación Preescolar y Primaria de la Escuela de Pedagogía de la UASD, siendo su primer profesor el Dr. Julio Cuevas.
-Desarrollo-
1981-1982: Textos Publicados y Algunas Notas Críticas:
En el año 1981 fue publicada una colección de narraciones de niñ@s, bajo el título de “Así Escriben los Niños”: Cuentos (1981), con el auspicio del Colegio Babeque, ubicado en el Distrito Nacional. Un año antes, esa misma entidad educativa, la cual está ubicada en el distrito Nacional, publicó una obra similar, es decir, con cuentos escritos por niñ@s que estudian en ese plantel escolar, destacándose allí un discurso con temas citadinos y el uso de una lengua directa y con ciertas rupturas inesperadas en su entramado narrativo, lo que nos dice que se trata de niñ@s que dan sus primeros atisbos en el amplio universo de la creatividad y la imaginación, lo cual es una acción pertinente. Se trata de cuentos de niños para niñ@s. En el 1981 fue publicado, además, el libro “Mochila para Pioneros” (1981), del desaparecido autor dominicano Narciso González (Narcisazo). Esta obra es una antología en la que su autor reúne un conjunto de textos de diferentes facturas, donde aparecen algunos cuentos. La mayoría de trabajos recogidos aquí, corresponden a la literatura para jóvenes, prevaleciendo un enfoque marcadamente didáctico e ideológico en la mayoría de los textos que aparecen aquí, incluyendo poemas, adivinanzas, teatro y refranes.
En el 1981, la entonces Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos, publicó “Tres Cuentos de Pedro Henríquez Ureña”, los cuales fueron escogidos de su obra “Cuentos de la nana Lupe”, la cual fue publicada por la Universidad Autónoma de México, en el 1966. Ya en un estudio anterior he fijado mi visión crítica en relación a los “Cuentos de la nana Lupe”, y, en esta ocasión, teniendo en cuenta la delimitación histórico-temporal (1981-1990) de mi estudio, no tengo aquí ningún enfoque crítico sobre esta obra .
En el 1982, la autora Elbita Hernández Montalvo, publicó su libro titulado “Cuentos Dominicanos: La ninfa del lago Enriquillo/Las Dos Esperanzas”, una obra en la que la leyenda se nos presenta desde un vínculo de intimidad con lo ambiental, con la naturaleza y la visión onírica apegada al futuro o al porvenir.
En el 1982, apareció, además, la obra titulada “Mariposas de Colores”, escrita por niñ@s de la entonces Biblioteca Piloto Infantil. Se trata también de un conjunto de cuentos donde l@s niñ@s evocan su amor a la naturaleza y a las mariposas, desde una expresión espontánea, natural, por no decir, desde su inocencia de la vida.
“Versos y Fábulas” (1982) es el título de una antología de poesías y fábulas publicada por la pedagoga u gestora cultural Fiume Gómez, en la que recoge unos 67 trabajos de los cuales hay 11 fábulas que, por la estructuración discursiva y por el entramado de sus moralejas, son adecuadas para la juventud, prevaleciendo en cada una de ellas la enseñanza y el interés impregnar valores morales y espirituales, por encima de desarrollar la creatividad y la imaginación en sus lectores.
Otra de las obras narrativas publicadas en el 1982 fue la titulada “Mariposas de Colores” (1982), de Annelie Vega, entre otr@s. Se trata de una obra de niñ@s para niñ@s editada con el auspicio de la entonces Biblioteca Piloto Infantil. Desde la portada de ese libro se advierte la creatividad, la representación argumental que fluye a partir del discurso que encierra su ilustración, donde se observa a una mariposa en vuelo que escapa de la voracidad de un lobo.
En su discurso narrativo, en ese cuento infantil lo imaginativo, lo anecdótico y lo subjetivo, son ejes centrales o núcleos de una estructura narrativa amena y provocadora de gozo o deleite. La narración está sujeta al uso de la prosopopeya, como recurso poético utilizado con cierta frecuencia en esa obra. Quiero resaltar que l@s autores, al momento de ser publicado este libro, a penas tenían 8 años de edad. Aquí el mensaje icónico o gráfico se sobrepone a la discursividad textual. Es adecuada para niñ@s de 4 a 6 años de edad, aproximadamente.
Pasamos ahora a referirnos a la obra titulada “La Vieja Belén” (1982), de Leo Flores, donde la leyenda, como parte de nuestra literatura infantil, entra a formar parte de la creatividad de este autor, para consignarnos la visión mística que hemos asumido de la navidad y el nacimiento del niño Jesús, con la salvedad de que los personajes que interactúan aquí corresponden a nuestro contexto vivencial o cotidiano, descartando así la presencia de un atípico Santa Claus y su trineo.
La presencia de un narrador en tercera persona observadora, permite que la obra adquiera más vitalidad en todo el desenvolvimiento de los hechos y en la presentación secuencial de su trama interna. La Vieja Belén actúa como personaje protagónico o personaje central, representando los principios bíblicos de la religión cristiana (católica), procurando siempre resaltar principios identitarios de nuestro pueblo. La vieja Belén aparece aquí vestida de listado, como la dominicana humilde de otros tiempos, donde se disponía a cumplir alguna promesa en términos divinos, con su pañuelo en la cabeza, con si típico cachimbo y montada en un burro con árganas llenas de frutas, juguetes y demás regalos que puedan representar el bienestar de l@s niñ@s, sustituyendo así, de manera radical, a los Reyes Magos y sus exóticos camellos.
Esta es una obra narrativa adecuada para ser representada en la escuela y fuera de la escuela, por la fuerza de su dramatismo y su descriptividad escénica.
Pasamos ahora a ver la obra titulada “Roberta la Elefanta Roja y Coqueta” (1982), Lorelay Carrón, la cual está sostenida a partir de una forzada manifestación argumental y anecdótica, en torno a una problemática vinculada con el proceso de transculturación y la enajenación cultural.
Se trata de una narración en versos, plagada de cacofonías y apoyada en el uso reiterado del hipérbaton. Su narración está planteada en estrofas de cuatro versos o en cuartetos, donde hay un dominio del discurso rimado desde lo consonántico, llegando a provocar una desintegración en su unidad rítmica, lo cual induce al niño lector a sumergirse en un tedioso proceso de descodificación del discurso narrativo manejado por la autora en este libro.
Considero que la autora, en vez de utilizar la elefanta, como personaje, bien pudo recurrir a nuestra fauna y seleccionar una chiva, una vaca o cualquier otro animal con el cual loss niñoss dominicanos estén familiarizados y desde el cual se puedan poner en contacto con su propio contexto social. Aquí también prevalece lo pedagógico y lo instruccional en toda la estructuración narrativa de este cuento en versos.
En ese mismo año (1982), como parte de las políticas culturales en favor del fomento de los libro para niños, el Consejo Nacional para la Niñez (CONANI), organizó un concurso de cuentos infantiles, a través de su programa “Ayúdame a Aprender”. En ese concurso salieron tres obras ganadoras, esas obras fueron: “La Pequeña Cabonao y su Amiguito Matino o el Collar de Conchas”, escrita por Nora del Campo de Wittkop, ganadora del primer lugar; las otras obras fueron la titulada “Soy el Punto”, escrita por José Eliseo Noble Espejo, quien ganó el segundo lugar, y, la obra titulada “La Araña y el Mosquito”, de Miguel Phipps Cueto, quien ganó el tercer lugar en el referido concurso.
En relación a la obra “La Pequeña Cabonao y su Amiguito Matino”, de Nora del Campo de Wittkop, podemos decir que esta obra nos remite al universo mitológico de nuestra extinguida sociedad indígena. Esta obra tiene como fuente referencial la “Relación Acerca de las Antigüedades de los Indios”, Fray Ramón Pané.
Desde el inicio, en la obra de Nora de Wittkop, se registra la delimitación del cuento infantil tradicional, por lo que se caracteriza por el uso del plano temporal en pasado, apoyado en la demarcación de lo remoto, en lo ahistórico y en la indeterminación geográfica. La hiperbolización, junto al frecuente uso de adjetivos, se nos presenta como elementos predominantes en todo el contexto narrativo de esa obra.
Los hechos son presentados por un narrador en tercera persona omnisciente. La explicación y la descriptividad, caracterizan el discurso planteado en “La Pequeña Cabonao y su Amiguito Matino o el Collar de Conchas”.Hay un reducido uso de metáforas y demás figuras poéticas, por lo que la prosopopeya y la comparación son dos recursos literarios que sirven de fundamento a la narración en esta obra.
Por otro lado, se recurre al uso indiscriminado de los diminutivos, debilitando así el manejo de la lengua en el corpus narrativo de este cuento. Podemos advertir que en esa obra hay una virtual ruptura temática que nos coloca frente a dos cuentos en un mismo texto, evidenciándose así una desorganización expositiva en su desarrollo temático.
Desde el punto de vista de la expresividad de la lengua icónica, la ilustración es limitativa, reduce la potencialidad semántica del mensaje textual. Por el uso de la lengua, como por el tratamiento dado a los temas tratados, esta obra es recomendada para niños de 8 a 10 años de edad, aproximadamente.
En la obra titulada “Soy el Punto” (1982), de José Eliseo Noble Espejo, predomina un criterio didáctico-pedagógico, donde enseñar, informar algo e instruir, son los fundamentos esenciales, quedando en un segundo plano el deleite, el gozo, el entretenimiento y el sentido estético-literario que debe prevalecer en una obra literaria, siempre y cuando entendamos la literatura como arte.
En “Soy el Punto” hay tres aspectos esenciales, esos aspectos son: el referente a la geometría, a la gramática normativa y lo relativo a lo ético. En cuanto a lo geométrico, se hace hincapié en la presentación de algunos conceptos básicos, como son las circunferencias (Pág. 8), el diámetro (Pág. 9), lo tangencial (Pág. 10) y lo perpendicular (Pág. 11).
En lo referente a la gramática normativa, el punto es tratado aquí como signo ortográfico, en relación con la coma (,) (Pág. 12). En relación a los dos puntos (:) y los puntos suspensivos (…) (Págs. 13-14). En relación a ético se relaciona el punto desde una acepción dentro de las relaciones interpersonales, como remitentes a aspectos específicos de mandatos y como expresión estricta de órdenes. El didactismo domina todo el contexto situacional de esta obra. Es una obra recomendada para niños de 8 a 10, aproximadamente.
Otro texto que debemos resaltar aquí es el titulado “La Araña y el Mosquito Sabio” (1982), de Miguel Phipps Cueto. En esta obra la rigidez expositiva en la presentación de los hechos y la linealidad discursiva de la narración, nos remite a un ensamblaje narrativo propio del cuento infantil tradicional, aunque hay aquí el planteamiento de una ubicación geográfica o de un espacio, donde los sujetos protagónicos, representados por insectos (una araña y un mosquito) desarrollan su actuación en el Ingenio Consuelo, de San Pedro de Macorís, en la parte Este del país.
A pesar de esta referencia Geográfica, en la obra se pudo asumir como base expositiva la presentación de las costumbres, las vivencias, las creencias, las cañas, la gente y la historia de San Pedro de Macorís e incorporarlas como parte de su narratividad.
Hay en este cuento una aproximación a la fábula, no sólo por la presencia funcional de los insectos como sujetos actores, sino por su moraleja y por la argumentación planteada, lo cual, también le otorga un sostenido ambiente pedagógico-instruccional, por encima de lo estético. Entre los valores éticos y espirituales que sobresalen en esta obra, podemos citar aquel referente a “respetar para que te respeten”, lo cual muy bien nos encaja como entes sociales, como si se tratase de un manual de educación cívica. Esta obra es recomendada para niños de 6 a 8 años de edad, aproximadamente.
Aquí sobresale la antinomia de “lo bueno” y “lo malo”, prevalece como fundamento valorativo dentro del discurso.
1983-1984: Textos Publicados y Algunas Notas Críticas:
En el 1983 fue publicado el libro titulado “Pequeño…en la montaña hay un niño que te espera”, escrito por Fior D´aliza Bort de González. En esta obra la base temática está fundamentada en la búsqueda solidaria del Ser, en el criterio del buen convivir, aunque hay que reconocer que en su planteamiento narrativo predomina el esquema del cuento tradicional y su linealidad expositiva. Se trata de una obra marcada también por el afán de enseñar formas de vida, maneras de interrelacionarse, la solidaridad y el respeto al otro. La otredad entra a formar parte del engranaje temático de este cuento.
También el 1983 nos encontramos con la publicación de un libro titulado “El Árbol de los Pájaros”, de la escritora y crítica de artes Doña Marianne de Tolentino. En esta obra, la autora resalta la flora, la ecología y la fauna del pueblo dominicano, aunque carece de cierto rigor en lo referente al uso de la lengua poética y se pone de manifiesto la relación que debe existir entre los sujetos y los animales. Es una obra apropiada para niños de 8 a 10 años, aproximadamente. Algo que debemos destacar en esta obra es que está ilustrada por el pintor dominicano Cándido Bidò, lo que nos induce a motivar a los demás pintores a disponerse a ilustrar textos de literatura infantil y juvenil en nuestro país.
También en el 1983 aparece publicado el libro de cuentos titulado “Cuando la Luna Llega”, de Aidita Selman. Los cuentos para niños consignados en esta obra se caracterizan por el uso frecuente de la adjetivación, de ahí que en la narración, el manejo de los epítetos se nos presenta como un recurso lingüístico repetitivo. Los personajes están encarnados en la naturaleza, de ahí que lo natural o mejor dicho, la naturaleza sea la ejecutora y la dominante en una circunstancialidad que nos queda determinada por lo vegeta, dentro de la trama narrativa. De repente, en la narración se rompe con lo mágico-maravilloso y se pone al lector frente un trazo de su realidad y es entonces cuando la autora entra a enfocar aspectos que hoy destrozan nuestro vivir, como son la malicia, la maldad, y la perversión, colocando a la narración una valoración del Ser y su moralidad. Estos cuentos son adecuados para niños de 8 a 10 años, aproximadamente. La naturaleza es un personaje actuante en esta obra.
En ese mismo año (1984) fue publicado el libro “Sorprendido el Plátano”, de Lucía Amelia Cabral. El cuento está estructurado desde la óptica de la literatura infantil tradicional. Su narración es en base a breves textos, desde los cuales la autora presenta los hechos con agilidad narrativa. El uso de la onomatopeya y de la prosopopeya fortalece su discurso narrativo. Hay aquí una recurrente presencia de los diminutivos, lo cual induce a la autora a efectuar una infantilización de la lengua. Se advierte en la narración una ausencia de ritmicidad, sin embargo, el cuento, al ser leído, llega al oído de manera agradable, por el manejo que hace la autora en el uso de la ironía y de la sátira.
1985-1986: Textos Publicados y Algunas Notas Críticas:
En el 1985 aparece publicada la obra titulada “Preparó su Cuerpo y Regresó de la Luna” del actor y dramaturgo Haffe Serulle. Aunque se trata de un libro de textos poéticos, debo resaltar aquí la forma en que el autor nos presenta sus producciones desde una narrativa poetizada. Hay un matiz patético, una disposición histriónica al contar los hechos, lo cual se corresponde con su vivencia de dramaturgo y actor.
“Colección de Cuentos Infantiles y Juveniles” (1985), de Eleanor Grimaldi. Esta es también otra obra narrativa que, aunque su autora plantea que es también para jóvenes, considero que por su estructura, es totalmente para niños. Esta obra consta de cuatro cuentos y todos corresponden a niños lectores. Hay aquí recurrentes motivaciones donde aparece la proyección de los elementos de la naturaleza, esta vez representados por los conceptos cometa/ estrella/monstruo/tierra/sol/entre otros. La naturaleza se constituye en base central del discurso narrativo y en el planteamiento temático de Eleanor Grimaldi, desde el cual se trata de familiarizar a los niños con el mundo exterior, con el entorno ambiental que circunda la existencia de los niños, como entes pensantes.
Encontramos aquí una narrativa para niños entroncada en la búsqueda del crecimiento y/o desarrollo del potencial imaginativo de los niños.
En el 1985, aparece el libro “Papeles de Sara y otros Relatos”, del escritor Manuel Rueda, quien ya había publicado anteriormente su obra de teatro para jóvenes “El Rey Clinejas” (Teatro, 1979).
En “Papeles de Sara y Otros Relatos”, Manuel Rueda nos vuelve a deleitar, esta vez, con una narrativa para jóvenes, donde la vida y la sublimidad de lo onírico nos contagian. Se trata de un texto rítmico fundamentado en el realce de valores humanos y la proyección de los sentimientos del ser, desde un discurso narrativo caracterizado por la cadencia en el uso de la lengua.
En el 1986, aparece el libro titulado “Mis Primeros Cuentos”, de la entonces niña Mía Jazmín Vidal. Esta obra consta de 29 cuentos, los cuales, en su mayoría, están caracterizados por el uso frecuente de la adjetivación y la prosopopeya, siendo recurrente, también, el uso de imágenes de movimiento.
En “Mis Primeros Cuentos”, la autora parte de sus vivencias y cotidianidades. Aquí la violencia no es proyectada como faceta modélica dentro del desarrollo de l@s personalidad de l niñ@s, al contrario, se centraliza en el realce de los valores espirituales y humanísticos. Otro aspecto significativo de este libro es el no caer en infantilización de la lengua.
En “Mis Primeros Cuentos”, Mía Jazmín Vidal, plantea una diversidad temática que tiene como punto de coincidencia el enfoque en torno a lo humano. La naturaleza, y en particular, los animales, la lluvia y las flores, son los ejes temáticos alrededor de los cuales gira la organización narrativa que sirve de soporte a estos cuentos infantiles.
Otra de las obras publicadas en el 1986, fue “Las Aventuras de Realitón y Kungominé”, del musicólogo y compositor dominicano Tony C. Sánchez. Con esta obra, la literatura infantil dominicana, adquiere solidez, por su fuerza estético-literaria, aislando a los niños dominicanos de la violencia.
En realidad, se trata de una comedia musical, pero, dada su estructura narrativa apegada a la fábula, hemos preferido tratarla en este estudio. El tema tratado se circunscribe en el planteamiento de las tragedias de Kungominé (El Gato Chino) en el Palacio Real de los ratoncitos. La imaginación y lo onírico dominan la cobertura anecdótica existente en el discurso narrativo de esta obra. Se trata de una obra adecuada para niños desde los dos (2) hasta los ocho (8) años, aproximadamente.
Otra de las obras publicadas en el 1986, fue “La Ciudad de los Fantasmas de Chocolate”, del escritor, y abogado, catedrático y cineasta, Jimmy Sierra. En esta obra se recoge la cotidianidad insular, es proyectada desde una perspectiva universal. En esta obra para niñ@s, la simbología de lo fantasmagórico se torna en código de la ironía y del humor. La potencialidad discursiva que había plasmado Jimmy Sierra en “La Historia del Hombre que Amó Todas las Cosas”(cuento recogido por Narciso González en “Mochila para Pioneros, 1981), brota ahora con un delineamiento narrativo más determinado en el manejo de la lengua figurada.
Aquí, la realidad tangible es interrelacionada con la ficción, y a su vez, la ficción surge de la misma. ¿Acasos no es Paco Escribano parte de nuestro ambiente, junto a Dorotea y Chochueca? Estos personajes son sacados de su laberinto de lo inverosímil para ser incorporados como sujetos protagónicos, en escenas propias del discurrir de un tiempo histórico intrínsecamente nuestro.
Clinche y Barajita; Rodríguez y el Maco Pen Pen; Capitán y el Doctor Anamú; Pelao y Felipa y Macario; Aria, Chamba y Pichón de Burro, quedan recogidos desde la perspectiva de realzar aquellos elementos axiológicos se dispersan en los linderos de nuestro folklore y emiten vivencias que, aún alborotan, los barrios y el jugueteo de nuestr@s niñ@s. Estos personajes, junto a las Hermanas Mirabal, se constituyen en signos de una antítesis perceptual frente al desarrollo de una literatura infantil cuestionadota.
La historia dominicana es tomada como base para la producción literaria para niñ@s. La época del trujillato conforma el ambiente de cada uno de estos cuentos. Se trata de las vivencias de los años cincuenta de nuestro acontecer republicano. Una transfiguración de las representaciones del mal, sobresale en la narración, para dejar como esencia de proyección literaria la verdad y el bien. Aquí la violencia queda como un fenómeno opuesto al convivir social, sin que el autor descuide en tratamiento estético en el discurso narrativo que predomina en esta obra. Este libro es adecuado para niñ@s de 8 a 10 años, aproximadamente.
En el 1986, el Colegio “Babeque”, volvió a publicar otra colección de cuentos escritos por algun@s de sus alumn@s, con el mismo título de las publicaciones anteriores: “Así Escriben los Niños Dominicanos”, destacándose allí una narrativa directa, repetitiva, en cuanto a los temas tratados y caracterizada por tratamiento de lo familiar, a partir de un discurso lineal. Lo importante aquí es su motivación ante el desarrollo de la creatividad en l@s niñ@s.
En el 1986, aparece también la obra titulada “Los Bosques de Holguín,” escrita por el gestor cultural y odontólogo Oscar Holguín-Veras. En esta obra nos encontramos con una narrativa, donde la añoranza del pasado y los recuerdos de la familia conforman la trama de los hechos. La naturaleza es asumida como fundamento, para un discurso explicativo desprovisto de construcciones metafóricas que imposibiliten su asimilación, por parte de los niños lectores. Es una obra adecuada para niños de 8 a 10 años, aproximadamente.
“Tras las Joyas de la Condesa y Otros Cuentos” (1986) es otra de las obras que forman parte de la narrativa publicada en ese período entre 1981-1990. En este cuento nos encontramos con la narrativa tradicional de reyes y condesas, donde se anda en búsqueda de tesoros perdidos. Lo ideal y lo onírico entran a dominar el discurso. Una narrativa caracterizada por la presentación de hechos en tiempo pasado y asumida por una trama donde no es nada difícil adivinar el final desde el inicio de la narración. Es una obra adecuada para niñ@s de 4 a 6 años, aproximadamente.
También en el 1986, fue publicado el libro titulado “La Gatita Mima y sus Amiguitas Las Violetas”, de Mary Collins de Colado. En este texto, volvemos, de nuevo al discurso dominado por los animales y la naturaleza, enraizado en vínculo entre el reino animal y lo natural. Las violetas asumen categoría de personajes junto a la Gatita Mima, para, sin ser una narración pedagogizante, envolvernos en una enseñanza: amar a los animales y al mundo de la naturaleza, como única alternativa de ser más humanos. Una narración llena de ternura y de sueños infantiles recorre la trama que Mary Collins de Colado nos presenta aquí, dejándonos la alternativa de vivir si defendemos nuestro ambiente. Se trata de una narración apropiada para niños de 4 a 6 años, aproximadamente.
1987-1988: Textos Publicados y Algunas Notas Críticas:
De manera increíble, en el año 1987 no hemos encontrado una cantidad significativa de publicación de narrativa para niños y jóvenes hecha en el país. De todas maneras, podemos hacer mención de una obra titulada “Que Canten los Ruiseñores (¿Por qué, Mamá? Cuento, 1987)”, de la periodista Noris Decena. Se trata de una narración caracterizada por un enfoque tradicional, donde se procura el vínculo entre los niños y la naturaleza, el realce al amor materno, el respeto al medio ambiente y a la vida. Aquí los hechos van entramados con el discurrir de los niños dentro del entorno de sus vivencias. Es una obra, recomendada para niños de 4 a 6 años, aproximadamente.
En el 1988, con el auspicio del Centro Dominicano de Estudios de la Educación, fue publicada la antología de cuentos titulada “Queremos Cuentos Nuevos”. Aquí, como es natural hay, se proyecta la búsqueda de una novedad, la cual consiste en el planteamiento de los hechos sin que prevalezca el machismo, sino la igualdad de género desde la narrativa para niños y jóvenes.
Aunque parezca una imposición temática, los cuentos recogidos en esta antología están marcados con el mismo enfoque: La igualdad entre hombres y mujeres, entre niños y niñas y entre jóvenes de ambos sexos, como si se quisiera romper con un paradigma que está incrustado, no sólo en la literatura, sino en la sociedad dominicana. Eso es digno de tener en cuenta, porque procura la puesta en vigencia de nuevas temáticas que, por años, han sido silenciadas en nuestros medios literarios.
Aquí nos encontramos con diferentes estilos en el tratamiento del discurso narrativo, siendo una constante dar más prioridad al manejo de lo temático-argumental que al manejo de la lengua y sus múltiples facetas expresivas, lo cual reduce, en gran parte, el valor estético de esta antología.
En ese mismo año (1988), la maestra Margarita Luciano, publicó su obra para niños titulada “El Día en que llevaron la Electricidad al Paraje La Ciénaga”. En este cuento, el asombro, la algarabía y el júbilo de los niños, es presentado desde una narrativa sencilla, pero impactante, donde lo que importa es el convivir, el compartir, la celebración, la espera y el recibir aquella sorpresa que marca su destino con la modernidad. La electricidad, no sólo permite aclarar sus noches y sus días, sino que llena de gozo y de juegos a aquel paraje y a sus niños.
“La Ciénaga” es asumida en este cuento como un espacio geográfico de grandes dimensiones, sin olvidar su pobreza material y sin omitir el valor espiritual de sus pobladores. Se trata de una obra para niños de 6 a 8 años, aproximadamente.
1989-1990: Textos Publicados y Algunas Notas Críticas:
En el 1989, fue publicada la antología titulada “Clarines de las Aulas: Obras Premiadas”, la cual fue coordinada por profesores del Colegio “Víctor Manuel”, en la ciudad capital. En esta obra hay una serie de trabajos hechos por alumnos del referido recinto educativo, y, tal como sucedió con el Colegio “Babeque”, el objetivo es poner a los estudiantes en contacto con la literatura, con creatividad. Se trata aquí de presentarnos una muestra de la imaginación infantil, fruto de la motivación de profesores y de los padres de los niños autores de estos trabajos.
En la mayoría de estos textos es notable un vacío en el manejo del discurso, pero se siente la búsqueda de la creatividad y el deseo de contar hechos, por parte de estos niños. ¿Qué cuentan? Cuentan su entorno, su vida familiar, sus sueños, sus añoranzas y sus quimeras. Cuentan lo que escuchan y lo que se inventan. Aquí lo importante es que cuenten, aunque descuiden el cómo contar. Tenemos aquí una de las tantas formas de promover la creación literaria en la escuela y en el hogar, lo cual debe extenderse por todo el país, por una sociedad crítica, participativa, creadora, reflexiva y teorética.
En el 1989, también apareció publicada la obra “La Poesía va a la Escuela: Versos, Prosa y Cuentos para Niños”, de Nuris Viola Terrero. En esta obra nos encontramos con discurso narrativo pedagogizante, instruccional y moralista. Aunque aquí se presentan algunas poesías, es importante destacar que los cuentos consignados en esta obra parecen formar parte de algún bloque temático de un programa o de una asignatura, lo cual restringe cualquier fundamento estético-literario en su estructuración.
En el 1990, último año de nuestro estudio, nos encontramos la obra titulada “Mi Compañero Ideal”, de Noris Decena. Se trata aquí de una narración para niños de 6 a 8 años, aproximadamente, donde el vínculo o la relación entre los sujetos, se asume como parte del esquema narrativo en esta obra. Los valores espirituales, la confraternidad y hermandad, son asumidos como recursos para crecimiento de los sujetos.
En esta obra, más que deleitar y poner a gozar a los niños, lo que importa es instruirlos, dejarles una enseñanza, lo cual limita los alcances creativos que en ella
pudiesen existir.
En ese mismo año (1990), Manuel García Arévalo, publicó su obra “La Primera Comunión de Laura”. Un texto donde la familiaridad es levantada como parte de un convivir en armonía. Lo místico y el valor espiritual recorren los entramados de esta narrativa.
Laura simboliza la pureza, la bondad y el sueño de alcanzar la felicidad. Es un discurso sustentado en la esperanza, en la fe y en la entrega de la familia en el hogar. El sentido de la abnegación y el valor ético, son llevados a un escenario de hechos, desde una narrativa argumental, donde las imágenes literarias son escasas, sin que esto obligue a un debilitamiento en el manejo del discurso que recorre los hechos en esta obra. Es una obra adecuada para niños de 8 a 10 años, aproximadamente.
“Grum Grum El Centolla o la Historia de la Paloma de Cueva”, es el título de la obra que Oscar Olguín-Veras Tabar publicó en el 1990, desde la cual nos relata la desgracia del Centolla, su tristeza, al verse solo, sin que nadie le ofreciera su calor y se dispusiera a jugar con él a las escondidas. La solidaridad humana, el respeto a la naturaleza y a la vegetación.
Peces y crustáceos actúan de manera protagónica en esta narración, donde el uso de la comparación es frecuente en este discurso. Se trata de un extenso cuento subdividido por varios subtítulos que están entrelazados por la hilvanación de los hechos.
De acuerdo a su estructuración temática y al manejo de la lengua por parte de su autor, es una obra adecuada para niños y jóvenes adolescentes de 10 a 12 años, aproximadamente. Debo resaltar que es una de las pocas obras para niños y jóvenes, donde se incluye una “introducción para los adultos”, donde se plantea como la teorización del autor en relación a la literatura infantil. La obra está ilustrada por el difunto artista y gestor medio-ambientalista Amaury Villalba. Cada página lleva una ilustración, lo cual le otorga colorido y hace llamar la atención al lector.
Al final, hay un glosario de términos o conceptos que permiten al lector introducirse con más facilidad en el texto y descodificar sus sentidos. Hay que señalar que en esta obra, el discurso narrativo resulta cansón por la extensión de sus narraciones y de sus diálogos. La imaginación y la creatividad son aspectos sobresalientes en este largo cuento, donde el universo marino y la naturaleza en su conjunto, se entremezclan, para dejarnos una historia onírica y de acogedor entretenimiento.
CONCLUSIÓN:
- Podemos afirmar que en esa década, comprendida entre 1981 y 1991, es que han sido publicados más libros de narrativa (cuentos) infantiles y juveniles, en la República Dominicana, salvo el período comprendido entre el 1991 y el 2001, que fue el momento de más esplendor en relación a la publicación de libros para niños y jóvenes en nuestro país.- La mayoría de los autores, por no decir todos, mantienen una narración lineal (tradicional) en el abordaje de sus cuentos.
- Hay un sentido pedagógico e instruccional predominando en sus enfoques temáticos.
- El fundamento estético-literario en la narrativa para niños y jóvenes aparecida en esa década (1981-1990), es dominado por el afán de enseñar y fijar pautas de “buenos modales”, como si se tratase de educación cívica y no de artes, creatividad y transfiguración de la lengua.
- El abordaje temático supera el manejo de los recursos formales, por lo que las imágenes literarias son muy escasas en la mayoría de los discursos narrativos que recorren cada uno de estos cuentos.
- Los autores aquí estudiados, en su mayoría, ven la literatura infantil y juvenil como un espacio para enseñar y no para deleitar y motivar el desarrollo de la creatividad y la imaginación, por lo que su narrativa, en la mayoría de los casos, es aburrida y monótona.
- Se hace necesario que nuestros escritores para niños y jóvenes adquieran conciencia de que la literatura, para niños o para jóvenes, no importa su público–meta, es arte, y que su finalidad fundamental es entretener, deleitar, poner a gozar, desde una discursividad estética, a partir de la lengua, porque, queramos o no, siempre va a subyacer un mensaje en el texto. Lo que no podemos dejar es que el mensaje suplante el fundamento estético de nuestras creaciones literarias.
BIBLIOGRAFÍA BASE:
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Santo Domingo, República Dominicana.-
COLLADO, Miguel................Historia Bibliográfica de la Literatura Infantil Dominicana. Banco de Reservas de la República Dominicana. Editora Buho, 2003.
Santo Domingo, República Dominicana.
Periódicos:
Ver Suplemento Cultural TRAPICHE, Periódico El Sol (ya inexistente), del 1981 al 1992. Coordinador Julio Cuevas. Santo Domingo, República Dominicana.
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Julio Cuevas
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