miércoles, 17 de septiembre de 2008

LA VERDADERA HISTORIA DE ALADINO

Excelente nota de la colega Eleanor Grimaldi para un indiscutible maestro de nuestras letras. No he leído el libro, pero lo voy a buscar "juyendo". Los felicito a ambos. LNG


Eleonor Grimaldi Silié (escritora que hizo la presentación) - 9/16/2008

LAS FORMAS LÚDICAS Y FANTASIOSAS INCITAN AL LECTOR A VISITAR ESAS LEJANAS TIERRAS

SANTO DOMINGO.- La Secretaría de Estado de Cultura y la Editora Alfaguara pusieron en circulación el libro de Marcio Veloz Maggiolo “La verdadera historia de Aladino” y para mí fue un honor hacer la presentación y comentario de la obra que me parece importante compartir con ustedes.

La trama es original y el autor muestra gran dominio del tema, claridad y buen manejo de los personajes. La narración está realizada en tercera persona con una secuencia importante, que hace que el lector se sienta atrapado.

Está organizada en párrafos integrados por oraciones no muy extensas y capítulos breves.

El autor tiene la habilidad de ubicar de manera coherente a los personajes e introducir elementos históricos, los cuales sabiamente combina con la fantasía y logra entremezclar elementos maravillosos con la realidad, para dar a luz una narración cargada de emociones. El personaje central, Aladino, posee un padre rico cuya riqueza obtuvo de manera ilícita a través del robo. Muestra el lujo y la riqueza ostentada por su hijo Aladino y las paradojas que se presentan en las costumbres y usos de la sociedad oriental, en comparación con la sociedad occidental.

El botín, la envidia fruto de deseo de adquirir dinero, poder y posesiones materiales, la competencia que se genera entre las riquezas de unos y otros personajes, frente a la antítesis de la pobreza y miseria de la mayoría, son aspectos que reflejan una condición constante en estos cuentos maravillosos.

Hace notar la antítesis entre el poder de los sultanes y de la vida sencilla de los campesinos, y la gente del pueblo. La actuación de brujos, y otros personajes hace que se despierte el interés de manera constante.

Refleja la forma de vida de los habitantes comunes: la incursión de los habitantes en la actividad comercial: comercio de pieles, viajantes, ventas en bazares, caravanas, puestos de venta de dátiles, higos, alfombras llegadas de Irán y los “temibles asaltantes” (como los llama el autor), que asolaban el comercio.

La ambición por el trono, el amor y el dinero son temas que permiten al autor armar una historia capaz de atrapar a cualquier lector. La presencia del beduino morador del desierto, el harem y toda esa combinación que ofrece el autor, completan toda una gama que nos lleva a viajar al mundo de los reyes, princesas, tronos, superstición, magia, y adivinadores o brujos, que trabajaban en los grandes palacios.

Predomina la aventura maravillosa y algo muy valioso es que pocos autores dominicanos se han atrevido a utilizar este contexto para ambientar su narrativa.

El ambiente se hace cada vez más atractivo a medida que avanza la trama. La actuación de los personajes que interactúan, y las formas lúdicas y fantas iosas , pueden muy bien incitar a que el joven o niño lector se sienta interesado por visitar esas lejanas tierras.

El autor no niega su experiencia arqueológica cuando describe cavernas, “objetos de piedras preciosas, esqueletos plateados, grillos y cadenas con restos de carne seca y de cabellos retorcidos” y otros lugares que aparecen en algunos momentos de la obra. Con frecuencia alude al Dios Alá cuando trata de relacionar el poder superior que rige al ser humano.

En una de sus páginas finales expresa la voluntad de Alá cuando dice: “La historia corre de boca en boca y de arenal en arenal. Los niños la recitan y afirman que Aladino terminó siendo por decisión de Alá, Sultán.”

Entre una y otra descripción actúan los personajes: Aladino, su madre, el gran Sultán, los campesinos, el genio de la lámpara, la hermana del sultán; todos nos hacen viajar hacia esos mundos exóticos de la vida del oriente, donde no podía faltar la alfombra mágica que fue medio de transporte maravilloso y que usaron Aladino y Halima, su esposa, al partir.

Estos personajes, hacen convivencia con el temperamento de algunas personas de la vida real, cuando a través de ellos, el autor muestra las debilidades o cualidades del ser humano.

La narración envuelve además alegría, tristeza, intriga, amor, codicia, temor, avaricia, lujo, derroche, propio de las sociedades feudales y del ambiente en que se ubica la narración.

El autor agrada a los niños a través de la emoción que imprime a sus escritos, factor importante para motivar a los pequeños lectores.

Las obras de arte son fruto de emociones, entusiasmo… Aludiendo la frase de los chinos que dice: “Solo es grande, aquel que aún conserva un corazón de niño”, nos atrevemos a afirmar que Don Marcio dio muestras de poseerlo y por eso el resultado fue delicioso.

www.listindiario.com

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