viernes, 24 de diciembre de 2021

A propósito de protagonistas femeninas... por Leibi Ng

 

En la literatura dirigida  a niños de la República Dominicana
SIEMPRE ha habido protagonistas femeninas.

Ahora que se han levantado voces que hacen girar la mirada hacia la desproporción en la Literatura Infantil y Juvenil en obras cuyos protagonistas o figuras estelares son varones, pienso en nuestras obras y repaso.

Quienes constituimos el Círculo Dominicano de Escritores para Niños y Jóvenes trabajamos uno por uno a la ciguapa como protagonista de nuestras obras: Aída Bonnelly de Díaz, Lucía Amelia Cabral, Brunilda Contreras, Margarita Luciano, Nelly García de Pión, Aidita Selman, Eleanor Grimaldi, Carol Cárdenes, Marianne de Tolentino, Rafael Peralta Romero, y Leibi Ng

Al repasar la obra de cada uno, observo que hemos tenido, indistintamente, protagonistas, masculinos y femeninos, ya sea en fábulas o en relatos, narraciones o poemas. 

Yo misma tengo a "La cotorrita del batey" donde una chica juega "pelota" y aprende por qué no debe golpearla con las manos y en cambio sí con el resto del cuerpo como era regla entre los taínos. También, está Lucecita, en "Tragaluz", que resuelve el problema de un monstruo que tiene a su barrio envuelto en tinieblas (yo y mi ilusión de que terminaran los apagones en Santo Domingo).

Antes, Lorelay Carrón, pionera, se destacó con "Una historia de culebras", donde la protagonista es Ofidia, un nombre muy bien elegido; y “Roberta: elefanta roja y coqueta” con la elefanta Roberta como figura principal. Se recuerda que Lorelay fue la primera ganadora del premio anual del Ministerio de Cultura, para este renglón: el Aurora Tavárez Belliard con su obra "Un pedacito verde en el corazón", que trata de una niña que se niega a hablar inglés en los Estados Unidos porque cree que si lo hace, su país desaparecerá, ya que ella proviene de Santo Domingo.

Virginia Read de Escobal, no solo en "El pacto de Guani", sino en muchas de sus obras tiene protagonistas femeninas.

Junot Díaz, eligió a Lola, no a Robertico.

Julia Álvarez no solo tiene a la Tía Lola, nos reivindicó a La Vieja Belén y rescató a La Virgen de la Altagracia con su hermosa leyenda.

Luis Martín Gómez rescató a Mami, la elefanta inolvidable.

Farah Hallal nos regaló a Sahara y otros.

Nosotros (y siempre incluyo a los profesionales que formamos los primeros grupos de escritores para niños y jóvenes) no hemos tenido esos prejuicios. Ya desde la elección de la ciguapa como figura principal, nos destacamos en ese sentido. Creo que básicamente nos ha importado la dominicanidad. La exaltación de nuestras raíces. Esta maravillosa mezcla de la que somos producto.

¡FELIZ NAVIDAD, DOMINICANOS!


©Leibi Ng

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