
-¡Aaaaaaayyyy! ¡Un ratón, un ratón! -gritó la niña de pelo largo.
Todo el mundo se alborotó menos el niño de la sonrisa perdida, quien siguió al roedor, resguardado ya en una rendija de la tarima del escritorio del profesor.
Letras Dominicanas☻Nueva York - may. 09, 2025 | 12:15 p. m. Una Nueva Página en la Literatura Dominicana Una historia que destaca la divers...
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