sábado, 17 de febrero de 2024

’El país de los dulces', un cuento para niños de Evelyn Ramos Miranda, por Ramón Núñez Hernández

¿Cómo no amar a la más dulce de todas las criaturas? Sus cabellos ensortijados eran chorros sedosos de mermelada. Sus ojos brillosos eran dos gotas de miel. Evelyn Ramos Miranda

«El país de los dulces», un cuento de Evelyn Ramos Miranda

Si buscamos en la Internet, el significado de la palabra Dulce, nos sorprenderíamos, al ver que acumula una basta connotación. Es decir, que puede funcionar, unas veces, como sustantivo: dulce de coco, dulce de leche, dulce de naranja. El dulce está en la nevera. La niña se comió los dulces. Este dulce está hasta para "lamberse" los dedos, etc. En otra como adjetivo: Alimento dulce. Naranja dulce. Mango dulce. Dulce sueño. Agua dulce. Leche dulce. Café dulce. Té dulce, y si agrega el afijo mente, también puede funcionar como adverbio. Ejemplo: dulcemente. 

El concepto Dulce es: palabra que deriva del latín, exactamente de dulcis, que significa “dulce”.

 La noción de dulce se utiliza para calificar a aquello que provoca un efecto agradable y sutil en el paladar. Se trata del sabor que, en una comparación, no resulta salado, ni amargo ni agrio. Por ejemplo: “A mí me tientan más los alimentos dulces que los salados”, “Tengo ganas de comer algo dulce… ¿queda algún chocolate?”, “La tarta está demasiado dulce, creo que tiene mucho azúcar”.


Evelyn Ramos Miranda, autora del libro para niños.

La idea de dulce, además, se puede emplear para hacer referencia a aquello que es apacible o agradable, y a la persona que es cariñosa, cordial, afable, tierna, bondadosa, afectuosa blando, manso, entre otras. “El nuevo álbum del artista chileno comienza con una canción muy dulce que le dedicó a su hija”. “Gracias por el obsequio, eres muy dulce” y “¡Qué niño más dulce!” son expresiones que muestran este uso.


Dulce, también puede funcionar como un nombre femenino. La actriz y cantante mexicana Dulce María Espinosa Saviñón (conocida a nivel artístico simplemente como Dulce María y la escritora española Dulce Chacón, son dos personalidades que se llaman de esta forma. Además, la cantante Dulce Pontes, que es una cantante de fados conocida a nivel internacional. Mi prima, Dulce Núñez Bodden, profesora de la UASD. En nuestro país hay lugar fronterizo, cuyo nombre es Río Dulce.

Veamos cuantas connotaciones se originan del término dulce:

Adjetivo. Que causa cierta sensación suave y agradable al paladar, como la producida por la miel y por el azúcar.

Sinónimo:  azucarado, acaramelado, dulzón.

Antónimo:  salado, amargo, agrio.

Adjetivo: Grato, gustoso y apacible.

Sinónimo:  agradable, placentero, grato, apacible, deleitoso, suave, delicioso.

Antónimo:   desagradable, ingrato.

Adjetivo. Naturalmente afable, complaciente, dócil.

Sinónimo:  afable, tierno, bondadoso, afectuoso, blando, manso.

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Sinónimos o afines de dulce

Sabor: azucarado, acaramelado, dulzón.

Cosa: agradable, placentero, grato, apacible, deleitoso, suave, delicioso.

Persona: afable, tierno, bondadoso, afectuoso, blando, manso.

Caramelo, golosina, chuchería, confite, pastel, bombón, confitura.

Adverbio: dulcemente.

Antónimos u opuestos de dulce

Salado, amargo, agrio.

Desagradable, ingrato.

Irascible.

Todas esas connotaciones y significancias nos deparan la palabra dulce. Sustantivo común y sustantivo propio, adjetivo calificativo y adjetivos adverbiales, y muchas otras connotaciones más, que vienen de El País de los Dulces, donde gobernaba la Reyna Azúcar. Mientras en el País de los Salados, gobernaba la Reyna Sal, y es vista como la intrusa, la invasora, hipócrita, porque: “Comenzó con una idea malvada, la de salar el mar que era un mar de miel; de salar sus ríos que eran ríos de gelatinas y un sinfín de postres.” (P. 10)

Es muy notable saber que hay un enfrentamiento belicoso entre el mal y el bien. La Reyna Azúcar es descrita como “una reina justa, bella y bondadosa. Cualidades que le habían bastado para ganarse el amor de sus súbditos y todo el reino en general.

¿Cómo no amar a la más dulce de todas las criaturas? Sus cabellos ensortijados eran chorros sedosos de mermelada. Sus ojos brillosos eran dos gotas de miel.

Su nariz respingada, era un perfil hermoso de puro bizcocho y boca sonrosada adquiría la tonalidad de Cherry.” (P. 8).

El sabor dulce y el sabor salado son los más apetecible por los niños, no, así como el sabor agrio y el sabor amargo. Niños, aun recién nacidos pueden diferenciar y degustar esos dos sabores. Ellos son incapaces de rechazar el dulce. Les caen bien al paladar, y los saborean, opuesto al sabor agrio y amargo que ellos aborrecen.




El País de los Dulces es un cuento brevísimo, con solo 20 páginas, con letras grandes y 519 palabras, cuyo tema central gira en torno a la del título, enfrentamiento de lo malo contra lo bueno. Lo bueno, queda representado por La Reina Azúcar y lo malo, está simbolizado por La Reina Sal, del país salado. Cuyo objetivo es, igualmente que todos los libros de literatura infantil, sea poesía o cuento, la de desarrollar pensamiento crítico, creatividad e imaginación en los niños al introducirlos en el mundo fascinante de la lectura. Crearle hábito de lectura.

Fue compuesto pensando en niños de 5 a 10 años, o quizás menos. Contiene 2 y 3 ilustraciones en cada página interna, a cargo de Daniel O. Polanco, quien es también el diagramador. No tiene biografía de la autora Evelyn Ramos Miranda, ni fotografía. Impreso en Editora Búho, S.R.L, año 2023, República Dominicana.

La portada es de lujo, con tapa dura, igualmente que el papel grueso, satinado, de tamaño 8 1/2, x 11, o sea, páginas completas, con ilustraciones a full color, y contiene la imagen de la Reyna del Azúcar con su elegante cabellera color verde y su silueta de majestad, delante de un grandioso y hermoso palacio real, vigilado por barcos y aviones hechos de dulces y miel. Pero la contraportada es blanca, con una imagen de la Reyna Sal, quien es o parece ser de raza negra. Viste de blanco y actúa sola y con gestos de odio.



A su lado tiene varios sacos de sal, los cuales utilizaría para lograr su propósito, que es alterar el orden, la paz en el residencial y sembrar la envidia y violencia donde solo existía un edificio de uva y cúpula de chocolate, de caramelo; rodeado de helados de barquillas, un palacio residencial que es el de su majestad, adornado de helado de diferentes sabores y colores, una torre canquiña, un museo de paleta; un banco de postre y un ferri de bizcocho.

Las ilustraciones internas son facción, o sea, muy coloridas. A la Reyna Azúcar la acompañan tres niños vestidos con pantalones cortos, zapatos y camisetas de diversos colores y razas, mientras ella viste falda ancha con ribetes verdes y gris, zapatillas verdes igualmente que su cabellera, la corona dorada y blusa roja, con los adornos del palacio compuesto de todos aquellos alimentos y sabores que hacen agradable el paladar: caramelo de fresa, paleta de menta, mantecado, helado de uva y chocolate, banco de postre, pastel, bizcocho, helado de varios gustos, etc.

Algo muy irónico son las lágrimas derramadas por la Reyna Azúcar y los habitantes del País de los Dulce para derrotar a la Reyna del País de los Salados, comandados por la Reyna Sal. La lágrima es una sustancia salobre producto del horror, pena, tristeza, crueldad, maltrato y abuso despiadado de quien la sufre, o doliente por la muerte de algún ser querido. Aquí, actúa como la lluvia caída del cielo para salvarnos de una gran sequía.

Es la magnánima protectora, benefactora y salvadora que nos protegerá del mal. Es decir, con llorar a chorro está la salvación del País de los Dulces.

Pues las lágrimas como resultado del sufrimiento se convierten en azúcar y así destruye El País de los Salados, revirtiendo el mal para bien y volviendo a revivir El País de los Dulces.

En resumen, El País de los Dulces, es un cuento que los niños disfrutarán en grande su lectura, y por qué no, dramatizado en voz alta, y muchas veces pedirán nuevas lecturas en repetidas ocasiones, porque está hecho pensando en lo más importante del género, cuyo propósito es, conllevar al público chiquito a escuchar, a entretenerse, a deleitarse y, penetrarlo al terreno de encanto a través de la lectura.

 (Santo Domingo, D.N., 11 / 2 / 2024).

domingo, 11 de febrero de 2024

Mar y asombro Antología de Lucía Amelia Cabral, Premio Biblioteca Nacional de Literatura Infantil 2021

 Mar y Asombro, antología de la ilustre escritora, editora, abogada y animadora cultural, Lucía Amelia Cabral, es una sinfonía de versos, relatos y cuentos donde el candor, la belleza y el calor de las palabras cantan en armonía, bañando con destellos de sol, agua y sal, las mentes y corazones de los lectores.

La selección de veinte obras de la autora, conforman el primer libro de la serie del Premio Biblioteca Nacional de Literatura Infantil, otorgado en el año 2021.

Esta hermosa antología es más que literatura: Es un obsequio de sorpresas que nos conquista una y otra vez como las olas, en su vaivén bajo el cielo, como los colores en el mar y las montañas, donde nace la vida.

Y es que este mundo salino, además de “mojado, fresco y maravilloso, es misterio”, como “un gran país líquido…sin fronteras”.

En sus líneas, la autora nos cuenta de “Caracolita y su casa fantástica”, y nos invita a descubrir y revivir la magia de la imaginación. No es raro que un caballito de mar forme su familia y tenga una escuela,  y que la ballena coma de todo.

En los textos de Lucía Amelia, la narrativa es poesía y viceversa, envolviéndonos en la rica fantasía, que a su vez nos hace estar sobre la tierra. Como Gabino, un potrico, que se hace amigo de la espiga de arroz “que tiene un rayo de sol”, y aprende sabiduría de la sombra que le susurra:

“Trota, trota, trotador,

que cabalgando caminos

conocerás lo mejor”.

Esta colección, hermosamente ilustrada por Adela Dore, presenta un vocabulario lleno de imágenes, demostrando la libertad en las palabras, donde el mar guarda leyendas como la de “Carmelo el bombero” y el Dr. Helecho, que recibe y envía emails.

Igualmente, descubrimos que el perfume del alhelí es la paciencia, los lagartos viajan en barcos de papel, cómo nace el color celeste y que el paisaje es una persona.

Baldemira, la nube, no tiene espejo, pero sí se “puede mirar por dentro”, y la araña Amapola se monta en el viento. Por su parte, en su Crónica de una aventura, Juanfe aprende que la montaña se ducha y que las mariposas llegan hasta el salón de clases.

En esta obra encontramos, además, una versión de Juan Bobo y Pedro Artimaña, como una mirada a los relatos costumbristas dominicanos.

La también fundadora y miembro del Círculo Dominicano de Escritores de Literatura para Niños y Jóvenes, con sus historias y sus versos, nos provoca a hacer cosas con el mar y la naturaleza, a contar las olas y las nubes, clasificarlas, jugar, creer, galopar, amar, sentir, creer y desear que ¡llovizne en el aula!

En sus textos, Lucía Amelia muestra un manejo excepcional de la lengua, con una gran riqueza de vocabulario y una extraordinaria empatía hacia los jóvenes lectores, guardando la belleza de una creación literaria impecable.

Esta antología es un deleite para los sentidos. Se disfruta al leerla, en silencio, en voz alta, adentrándonos en sus colores, en el océano, en la montaña, en los sueños, las flores, y toda la naturaleza, con el corazón y la imaginación de cada lector u oyente.

Enhorabuena. Indudablemente, la obra de Lucía Amelia Cabral, como la pequeña “Mariola” junto al mar, tiene luz propia. 

*potrico: caballo o yegua joven.


NOTA: Publicado originalmente en: https://acento.com.do/cultura/mar-y-asombro-9302640.html

Karina Castillo

Nació en Santo Domingo. Licenciada en Educación. Maestría en Gerencia de Centros Educativos y Diplomado en Escritura para Maestros por el National Writing Project, en New Hampshire, (EU). Tiene experiencia docente en las áreas de Idiomas, Letras y Escritura Creativa, en los niveles primario, secundario y universitario. Es docente en la Universidad Iberoamericana, UNIBE y en un centro escolar privado. Desde el 2013 coordina el Club de Lectura y Escritura Salomé Ureña, para niños y adolescentes. Ha impartido talleres de escritura creativa. Ha sido maestra facilitadora del Proyecto de Escritura Nacional (PEN), filial en República Dominicana del National Writing Project de EU. Miembro de Mujeres de Roca y Tinta. Escribe en los géneros de ensayo, cuento, narrativa y poesía. Ha publicado para niños La mariposa que no conocía la lluvia (Santo Domingo, (2016)) y The map of my heart (NH, 2011), este último como parte de la antología de maestros del National Writing Projet Summer Institute de los Estados Unidos: Detrás del muro, Altazor, 2019. También desde 2016, escribe reseñas literarias de obras de literatura infantil y juvenil que publica en periódicos, revistas y medios de comunicación social. Poemas suyos forman parte de diversas antologías. 

LA MARIPOSA QUE TENÍA MIEDO DE CRECER